“TUVE DUDAS, PERO LA OPCIÓN DE MONTSERRAT TURA HIZO SALIR AL MEJOR HEREU”
Entrevista a Interviú
Texto: Juan José Fernández
Foto: Jordi Parra
En las aguas hoy revueltas del socialismo catalán, el histórico Joaquim Nadal se propone para ayudar en una transición, sin dejar de advertir desde su escaño sobre la radicalidad de los recortes que CiU planea para Cataluña. En Barcelona, cree que las primarias han sido un buen revulsivo. Y mirando al conjunto de España, no se coloca entre quienes reclaman que Zapatero desvele ya su futuro.
Dice CiU que los socialistas les han dejado una Generalitat en la ruina. ¿Exageran?
Exageran, y mucho. Practican la vieja táctica: magnificar un problema y luego erigirse en artífice de la solución. La situación que encontramos nosotros en 2003 tampoco era boyante, pero no hicimos la exagerada escenificación que están haciendo ellos. Estamos claramente en contra de los recortes indiscriminados que planean. Si el Gobierno de Artur Mas mantiene los criterios que hasta hoy ha dado a conocer, están en peligro los logros en bienestar no solo de estos siete años, sino de los últimos 30.

¿La solución es el concierto económico?
Plantear un concierto como el vasco, que comporta recaudar todo en Cataluña y liquidar un cupo al Estado, es poco realista. Nosotros somos partidarios de profundizar en el actual sistema de financiación. El conseguido hace dos años es ya un pacto fiscal, actualizable cada cinco años. Es más realista que hacer brindis al sol con un concierto cuya generalización haría las cosas muy difíciles en el conjunto de España.
Si no apoya el concierto, es anticatalán, dice CiU.
Sí. Ya vivimos 23 años de gobierno convergente, de ‘estás conmigo o contra mí, y, si estás contra mí, estás contra Cataluña porque Cataluña soy yo’. Es esa confusión constante entre partido, país y Gobierno, contraria a la diversidad.
¿Su pronóstico para el 22 de mayo? Usted, que fue carismático alcalde de Girona, ¿sabe qué debe hacer el PSOE para evitar el desastre?
Quisiera ser optimista, pero soy realista: en toda Europa los partidos que gobiernan retroceden. La coyuntura en que llegan estas elecciones es muy complicada. En Cataluña trabajamos mucho para que el resultado de las municipales sea muy distante del que tuvimos en noviembre. La fórmula es la proximidad. El electorado de las municipales es más transversal. Cada candidato del PSC sabe que debe abrirse a toda la sociedad, que nuestra propuesta debe ser compartida por sectores que en otras elecciones votan otras opciones.
¿Peligra el poder municipal socialista catalán?
Lleida y Tarragona y, en parte, Girona, no están en riesgo. Y Barcelona lo ha estado más hace unos meses que ahora. Está todo en el alero, pero el Partido Socialista conservará un amplísimo arraigo y poder municipal.
Jordi Hereu, el alcalde y candidato en Barcelona, ha salido reforzado de las primarias…
Si en algún momento tuve dudas sobre el proceso, ahora estoy convencido de que la opción de Montserrat Tura hizo salir al mejor Hereu. La sacudida de las primarias era imprescindible.
Madrid, Barcelona… Se diría que la militancia premia a quien se enfrenta al aparato.
No hay paralelismo entre Barcelona y Madrid. En Barcelona, los dos candidatos, Hereu y Tura, mantenían distancias serias respecto a la dirección del partido, de la que forman parte. Y Jordi Hereu contaba con el apoyo de su propia federación.
En los previsibles malos resultados del socialismo el 22-M, ¿cuánto habrá de efecto Zapatero?
Yo diría más efecto crisis, efecto paro… El peso del desgaste del Gobierno de España será relativo. No es que quiera minimizarlo, es que las municipales van por barrios.
Si las elecciones fueran también autonómicas en Cataluña, ¿invitaría a Zapatero a un mitin?
Para las municipales el PSC ha diseñado una estrategia muy local, tanto que seguramente no habrá grandes actos centrales, tipo Sant Jordi.
¿Ni siquiera invitarán a Zapatero a Barcelona?
No tengo ni idea. Si viene, probablemente será a un acto de campaña estrictamente barcelonés.
Ernest Maragall dice que la culpa de cómo está el PSC es de Montilla, Iceta y José Zaragoza…
Una vez Montilla ha dado un paso atrás y ha dicho que no se volverá a presentar, el congreso del partido está abierto, y por tanto, no hay nadie fijo en ninguna quiniela para la futura dirección del partido. El propio Maragall, que forma parte de la ejecutiva que hoy preside Montilla, está en duda, como yo. Todos los miembros de la actual dirección nacional del PSC somos interinos.
¿Y puede que la generación de usted y Maragall se vea barrida por nueva gente?
Sería injusto e ingrato prescindir de valores sólidos solo por una cuestión generacional.
¿Usted aspira a la dirección del PSC?
No aspiro a nada: ya fui candidato a la Generalitat y he tenido muchas responsabilidades directivas. Ya tengo una edad, 63 años, y el actual mandato parlamentario me lleva a los 67. No puedo hacer un papel central en el próximo congreso, pero sí puedo hacer el papel de transición que haga falta. Estoy a disposición para eso.
¿El nacionalismo ya no es minoría en el PSC?
El nacionalismo es franca minoría; el catalanismo es amplísima mayoría, y ese catalanismo del PSC no es exclusivo de ninguna corriente.
Unos compañeros suyos han firmado un Manifiesto del Penedés de tinte independentista…
El manifiesto tiene una deriva independentista, pero tras apurar el modelo federal. Abre la puerta a fórmulas que el partido ni se ha planteado, y que votará siempre en contra por pura sensatez, por recordar la historia reciente y por profundizar en el autogobierno con los instrumentos que nos dimos democráticamente.
¿Deben romper PSC y PSOE en el Congreso?
No es ruptura; se trata de tener voz más audible, en el ámbito de la colaboración estricta, fraternal y federal con el PSOE. Hay que ensayar las fórmulas que hagan falta para visibilizar más al PSC dentro del grupo parlamentario del PSOE. Porque, si no, Cataluña adentro pasa que un dirigente de un grupo con tres diputados, como ICV o ERC, tiene más minutos de televisión que cualquiera de los 25 diputados del PSC, excepto Carme Chacón, que es ministra.
¿Rubalcaba o Carmen Chacón?
Este tema no está todavía planteado. Esperemos a que se desvele la incógnita principal.
¿Debería desvelar ya Zapatero lo suyo?
Hay pros y contras en que lo diga antes del 22 de mayo. No tengo opinión precisa. Si él habla ahora, pero tardamos unos meses en concretar la sucesión, si es que ha de haberla, se abre un paréntesis largo nada deseable.
Ante lo que estamos viendo en Japón, ¿se ha hecho usted más antinuclear?
En esto no soy radical. Con la energía nuclear en España hay que hacer lo establecido: revisar las centrales y desarrollar energías alternativas para, en 25 o 50 años, cerrar las centrales que hayan superado su vida útil.
¿La limitación a 110 es un error del Gobierno?
No. Solo que quizá no habrá sido un auténtico ahorro energético. Prefiero considerarlo un beneficio de seguridad vial más que un ahorro.
¿A Zapatero le falta valor para legalizar Sortu? ¿Usted lo legalizaría?
A ese tema le tengo mucho respeto. Creo que hace falta mucha firmeza, por un lado, e inteligencia y sensibilidad para buscar una salida sin que signifique cesión. Las fronteras están claras: del rechazo de la violencia y el abandono de las armas no se puede ceder un milímetro. Garantizada la primera condición, todo es hablable; sin esa condición, nada que hablar.
“JORDI HEREU TIENE AHORA MAS LEGITIMIDAD QUE NUNCA”
Entrevista revista El Siglo núm.915
Los socialistas catalanes han pasado del escepticismo a la euforia, todos ellos guiados por un Jordi Hereu, actual alcalde de Barcelona, que ha salido vencedor del proceso de primarias frente a su contrincante, Montserrat Tura, y pide pasar página. La ministra de Defensa, Carme Chacón, también ha defendido este proceso de primarias del que cree que Hereu ha salido reforzado. Igualmente lo ha hecho, Joaquim Nadal, presidente del grupo socialista en el Parlament de Catalunya, que ha recibido a EL Sao para valorar la situación de su partido después de esta contienda en esta nueva legislatura que está empezando a caminar.
Por Teresa Carreras
Esta vez sí. Las primarias socialistas en el Ayuntamiento de Barcelona han sido como una bocanada de aire fresco en un partido, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) que el 28- N, fecha de las pasadas autonómicas catalanas, sufrió el mayor revés de su historia.
—¿Cuál es la valoración de los socialistas catalanes sobre el resultado de estas primarias en Barcelona?
—La victoria de Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, frente a Montserrat Tura ha sido nítida. Las primarias han sido un revulsivo, han sacudido un panorama abúlico. Los resultados de las encuestas previas nos daban un mal resultado en Barcelona, con Hereu a la cabeza y Tura, la exconsellera de Justicia e Interior provocó unas primarias que perdió, pero de este proceso el partido ha salido reforzado. Se ha recuperado para el debate a militantes y simpatizantes pasivos o decepcionados. Todos ellos supieron focalizar el debate en el espacio y el proyecto socialista, lo que ha evidenciado tensiones y contradicciones en nuestro espacio electoral que, por suerte, se han superado.
—¿La victoria de Jordi Hereu cuestiona a la ejecutiva del PSC que no lo quería como candidato para Barcelona a la vista de unas encuestas que les daban resultados negativos?
—No, en absoluto.
—¿Cómo afrontan los socialistas la batalla por las municipales después de este proceso de primarias que también se dió en Sant Cugat del Valles?
—Lo afrontamos manteniendo un criterio claro de renovación y cambio. Más ideas, más propuestas, más discurso de futuro y candidaturas unitarias que deben ser abiertas a los sectores sociales progresistas y catalanistas.
—¿Cómo vio usted el proceso cuando la exconsellera Montserrat Tura decidió abrir el proceso de primarias para provocar un revulsivo en el interior del PSC?
—Yo soy un radical partidario de las primarias en los partidos. Las de los socialistas catalanes han sido positivas porque estaban bien orientadas y eran necesarias. Lo que no se puede hacer es discutir la legitimidad de las personas que ocupan cargos públicos. Para mí, Jordi Hereu es alcalde de Barcelona con toda legitimidad hasta el último día y ha salido reforzado de un proceso que le dará mucha fuerza para disputar la Alcaldía al auténtico rival de los socialistas catalanes, que es el nacionalismo conservador de Convergència i Unió (CiU).
—CiU se ha quejado en ciertos momentos que ustedes no hacen una auténtica oposición.
—No hay peor ciego que el que no quiere ver A nosotros, el presidente Mas y los consejeros del nuevo gobierno de la Generalitat nos dicen que no les hemos respetado ni los cien primeros días. CiU fue una oposición volátil, adaptable, un día muy radical y al día siguiente muy condescendiente y con buenas palabras a disposición del entonces presidente Montilla.
Por el momento hay cosas que no nos gustan. CiU decía que no quería un vicepresidente y finalmente han creado la figura y han construido una estructura presidencialista para acaparar todo el poder. Asimismo, han situado las finanzas de la Generalitat sobre la licitación de las obras en manos de la persona responsable de Convergència Democrática de Catalunya (CDC). No han cumplido la promesa de crear una Consejería de Universidades y muchas otras cosas.
—¿Cuál será la relación del PSC con CiU durante la legislatura?
—CiU ha ganado las elecciones y nosotros lo reconocimos inmediatamente. Nosotros las perdimos pero facilitamos la investidura ciel nuevo presidente. Pero no habrá pacto de legislatura y tampoco pacto de gobernabilidad. Tendremos que acordar algunos temas, seguro que sí. Pero nosotros haremos una oposición dura y radical en la mayoría de los temas. Los social istas somos un partido con cultura de gobierno, por esto le digo que vamos a tender la mano en aquellos temas que ayuden al país a salir de la crisis.
—¿Cuáles son las prioridades de los socialistas para esta legislatura?
—Queremos tener una Ley Electoral. Este es un tema muy importante para nosotros aunque a lo mejor no lo es tanto para la gente de la calle pero es una vergüenza que en 30 años todavía no la tengamos. Queremos una ley de Educación que marque la prioridad del servicio público en este sector y que la salud y los servicios sociales sean una pieza central en las políticas del gobierno en Cataluña. Para esto trabajamos.
—Los socialistas catalanes están en una situación precongresual. En el seno del PSC se habla de tendencias y familias políticas. ¿Cómo lo ve usted?
—Los socialistas catalanes partimos de una situación difícil ante un mal resultado electoral. Pero no lo dude, como le he dicho antes, somos un partido con vocación de gobierno por lo que militantes y simpatizantes estamos ya trabajando en una doble dirección; preparando las elecciones municipales del 22-M y posteriormente preparando un debate a fondo sobre cómo debe ser el PSC riel siglo XXI. No conozco tendencias y desconozco que pueda haber sectores organizados más allá de Nou Cicle (Nuevo Ciclo), plataforma impulsada por el exprimer secretario y actual eurodiputado Raimon Obiols después del congreso de Sitges, en el año 1994, que consagró a José Montilla. Nou Cicle es el único sector que tiene una estructura visible en el seno del PSC.
—¿Nou Cicle presentó en Barcelona su propuesta de renovación radical del partido con una amplia acogida?
—El deseo de renovación no es exclusivo de Nou Cicle. El ideario del PSC no debe cambiar, pero la manera de conseguir los objetivos, sí; la estructura política y las personas al servicio de estos objetivos, también. Se ha de simplificar el lenguaje, se ha de modernizar el mensaje, se ha de adaptar y utilizar las nuevas tecnologías al siglo XXI.
—¿Cree usted que debe haber caras nuevas ante el Congreso de otoño?
—Creo que son más importantes los contenidos que las caras. Hay unas ideas básicas de igualdad, justicia, libertad, derechos sociales de las personas que valen desde hace cien años y valdrán de aquí a cien años. En relación a las personas, afortunadamente en el PSC están emergiendo caras nuevas cada día. Tenernos un buen banquillo de alcaldes. Si hacemos un repaso de aquellos que éramos alcaldes en el año 1979 y de los que lo son ahora podemos decir que tenernos un buen vivero de jóvenes alcaldes que tienen la misma edad que yo tenía cuando fui alcalde por primera vez y este es nuestro gran patrimonio.
—¿Últimamente han surgido muchos nombres de alcaldes Angel Ros, Pere Navarro y J.Fèlix Ballesteros que se postulan para sustituir a Montilla. Estaría usted dispuesto a convertirse en primer secretario del PSC?
—Cuando se me pregunta el papel que yo puedo jugar en esta carrera siempre digo lo mismo. Yo puedo jugar todos los roles. Estoy dispuesto a todo. Pero debo decir que ya tengo una edad y que he repetido muchas experiencias en nuestro grupo parlamentario como para no sentir ninguna ambición de carácter personal. Mi papel se situará allá donde pueda ser útil para conseguir la unidad de acción del PSC.
-¿Cree que el PSOE debe hacer primarias para saber quién tiene que representarlo en las próximas generales?
—Las elecciones generales serán dentro de un año y medio. El presidente del Gobierno tiene tiempo de tomar una decisión para definir lo que él quiera hacer. Todo está muy abierto. Ya veremos. Mientras no esté planteado el tema no busquemos ninguna solución.
—Aquí en Catalunya se oyen voces tanto del PSOE como del PP que insinúan un retroceso en el modelo autonómico.
—El único partido político que está contra el modelo autonómico, que, en su momento, estaba contra la Constitución, que está contra el desarrollo potente de las autonomías y que querría el retorno a un Estado jacobino, centralista, es el Partido Popular. El PSOE en relación a este tema ha sido claro al afirmar que no se debe producir ni un paso atrás. Hablando de economía, si Europa le dice a España que tiene que cumplir unos objetivos de déficit tiene todo el sentido del mundo que el Gobierno le pida a todas las Comunidades Autónomas (CC AA) sean del color que sean que cumpla estos objetivos de déficit.
—¿Cómo ve pues el futuro de la política española?
—Yo soy optimista por naturaleza y veo bien al país. He vivido como alcalde dos crisis con unos indices de paro más altos que los actuales y con menos recursos que ahora. No obstante, soy consciente de que esta crisis es diferente y que tiene una profundidad que no tenían las anteriores. Pero yo creo que estamos mejor preparados que hace 10 o 15 años. Creo que tardaremos más en salir pero que saldremos reforzados.
“EN LA RELACIÓN GOBIERNO Y OPOSICIÓN EN CATALUÑA, NOS TRAE SIN CUIDADO LO QUE DIGA EL PSOE”
Entrevista al diari Levante
Presidente del Grupo Socialista en el Parlamento catalán. Tras la derrota de José Montilla en las pasadas elecciones catalanas y su renuncia al acta de diputado, el PSC eligió al experimentado político socialista para liderar el grupo político del PSC en el Parlamento catalán en su vuelta a la oposición, que quiere que sea implacable y radical, pero dispuesta a llegar a acuerdos puntuales con CiU cuando sea necesario.
Jordi Xargayó. Girona
Después de haber promovido el Estatuto, de haber gobernado con independentistas y de haber crecido el independentismo durante los siete años que han mandado a la Generalitat, diseñaron una campaña electoral desmarcándose del tripartito y del independentismo. Demasiada desorientación por sus votantes, no cree?
Las causas de nuestra derrota son una suma de factores. A los que dice usted deberíamos añadir el desgaste enorme y la impopularidad de las medidas para superar la crisis, el propio estado de malestar de la sociedad como consecuencia de la crisis. Es esta situación que alguien ha descrito como de ciudadanía permanentemente cabreada por un conjunto de circunstancias adversas que no mejoran. Existe la suma del desgaste del PSC en el Gobierno y uno compartido con el PSOE y con el Gobierno español que ha experimentado desgastes similares como se comprueba en las encuestas.
¿Por qué militantes históricos como Mascarell, Sobrequés y el propio Pasqual Maragall han ido abandonando el PSC?
Vistos los nombres que cita, cada caso es un caso y no son equiparables. En las preocupaciones del PSC, pesan mucho más las miles de personas que en estas últimas elecciones o en otras abandonaron su orientación socialista que las individualidades que menciona, cada una de las cuales tiene una causa concreta y no todas abiertamente confesables.
Un destacado socialista, Ferran Mascarell, es el nuevo Consejero de Cultura en el Gobierno de CiU. Con la marcha de Mascarell ha quedado tocado el llamado sector catalanista del PSC?.
Creo que no. Los sectores son sectores si son una suma de liderazgos y de grupos de gente dentro de un partido político. Entendido así, el sector catalanista no existe porque en términos estrictos todo el PSC es catalanista por definición. Alguien puede pensar que a veces no lo es? Esta es una de nuestras batallas pendientes. Ver en donde se ubica la credibilidad de un proyecto catalanista que lo es para todos y que en eso no admite ni sectores ni sensibilidades, sino que todo el mundo está en la misma alineación. Yo no veo sectores organizados con capacidad de formular alternativas. A mí me molesta especialmente la definición de sectores, porque a veces se me incluye y a veces no. Yo no admito que nadie discuta ni mi catalanidad, ni mi catalanismo. Y el día que yo pensara que el PSC no es catalanista, abandonaría el partido.
¿Cuál será su hoja de ruta a la oposición?
La suma de tres estrategias. Oposición implacable y radical, capacidad de presentar propuestas y acuerdos puntuales con CiU cuando sea necesario para el interés del país. Para ser oposición radical no basta con retórica parlamentaria y capacidad dialéctica. También hay quien dice que el PSC mirará de reojo para ver qué opina el PSOE. El PSC en lo que atañe a la dinámica parlamentaria y en las relaciones gobierno-oposición en Cataluña, nos trae sin cuidado lo que diga el PSOE.A veces coincidiremos y otras no, pero no haremos nada sólo porque el PSOE haya dicho «a» o «b».
¿Ha hablado con Zapatero desde que es Presidente del grupo parlamentario?
No.
¿Han dejado las arcas de la Generalitat vacías?
Este es un concepto ficticio creado y orquestado por Mas y su gobierno, sobre todo por sus asesores para justificar el arranque, la inactividad del gobierno en los primeros meses y algunas posibles recortes; recortes que en los gobiernos que yo he estado ya hemos ido aplicando sucesivamente como mínimo desde hace tres años. Dejamos déficit y dejamos endeudamiento, pero en el comparativo entre el déficit y el endeudamiento que encontramos y hemos dejado y el grado de equipación del país que encontramos y hemos dejado, nuestro saldo es favorable e indica una caja llena y no una caja vacía
¿Por qué el PSC es el partido más votado en Cataluña, incluso cuando se presenta un candidato canario como López Aguilar de cabeza de lista en las europeas, y no han conseguido ganar nunca unas elecciones catalanas?
Si tuviéramos respuesta a esta gran pregunta haría muchos años que tendríamos la presidencia de la Generalitat y no la habríamos perdido nunca. ¿Por qué el elector selecciona tanto y establece pocos vasos comunicantes entre unas elecciones y otras? O incluso, ¿por qué el elector catalán después de 30 años de autogobierno y de dos Estatutos continúa otorgando más importancia a unas elecciones generales o municipales que a unas autonómicas? Todo ello forma parte de una reflexión que debemos hacer todos y que indica el escenario político catalán es muy diferente que el general español. No tenemos polarizaciones de dos grandes partidos y las circunstancias de los últimos diez años, y muy especialmente la sentencia del Constitucional, han sacudido suficiente el espacio político catalán como para el escenario dual español aquí se haya roto aún más con una fragmentación de los espacios que ha llevado siete grupos diferentes al Parlamento.
La crisis ha coincidido con ustedes gobernando el Estado, la Generalitat y los principales ayuntamientos. ¿Es mala suerte o es que los socialistas no han gestionado bien?
En política, la suerte cuenta poco. Ahora bien, yo tengo que hacer una defensa de la capacidad de gestión de los gobiernos municipales y los gobiernos en los que yo he estado desde 2003. Los gobiernos de Maragall y Montilla han hecho mucho más que parar el golpe. Catalunya está más preparada que el resto de España para salir de la crisis y está más equipada que nunca para afrontar la crisis con una buena cohesión social.
Montilla dijo en la campaña electora que venía un «tsunami» conservador. Después de perder el PSC la Generalitat, las encuestas prevén una derrota socialista en la mayoría de comunidades autónomas. ¿Vienen años de gobiernos de derechas?
Esta basculación hacia la derecha ya la he vivido dos veces y no en términos de comunidades autónomas. Recuerdo una en 1995 cuando Paco Vázquez en A Coruña y yo en Girona nos convertimos en los únicos alcaldes socialistas de capitales de provincia con mayoría absoluta. Igual que entonces debemos tener la capacidad de reacción y de modernización de nuestro discurso, mensaje y propuestas con una política propia del siglo XXI.
Un político incombustible
Cuando en 1979, Adolfo Suárez presidía el Gobierno español, Felipe González estaba en la oposición, Pasqual Maragall era un desconocido teniente de alcalde de Barcelona y Jordi Pujol ni tan siquiera presidía la Generalitat, Joaquim Nadal ya era alcalde de Girona. Muchos le dieron por enterrado en 2004 con el hundimiento del Carmel cuando era Consejero de Obras Públicas, pero antes que él han caído Maragall, Montilla y los restantes líderes del tripartito. Este Catedrático de Historia que el próximo día 31 cumplirá 63 años, ha sido el elegido por los socialistas catalanes, sin ninguna voz discrepante, para liderar la oposición en el Parlamento catalán. Sin duda, ha influido su experiencia (23 años alcalde de Girona, 27 de diputado autonómico, siete de consejero de Obras Públicas y candidato a la presidencia de la Generalitat en 1995), su capacidad para llegar a consensos y sus buenas relaciones con todos los sectores del PSC. Cuando con 29 años de edad accedió a la alcaldía de la hasta entonces conservadora ciudad de Girona en coalición con los comunistas del PSUC una de las primeras cosas que hizo fue pactar con el Obispo el papel institucional de cada uno. Ambos cumplieron escrupulosamente lo acordado.
“A LOS ALCALDES DEL PSC LES COSTARÁ GANAR SÓLO CON EL VOTO DE LAS SIGLAS”
Entrevista a La Razón

Joaquim Nadal: «A los alcaldes del PSC les costará ganar sólo con el voto de las siglas» – Foto: Miquel González/Shooting
BARCELONA – Usted ha manifestado que está «dispuesto» a ser líder del PSC. ¿Lo mantiene?
– Hombre, yo ya me siento líder del PSC en muchos aspectos.
– Me refiero a la posibilidad de convertirse en el primer secretario del PSC.
– Lo único que quiero que quede claro es que no digo que no. No me postulo, no doy un paso adelante.
– Tampoco lo da atrás.
– Tampoco, claro que no. No lo doy atrás y creo que no se entendería que lo hiciera. He dado un paso adelante para volver a ser una cosa que ya fui entre 1995 y 1999, que es presidente del grupo parlamentario del PSC, y eso quiere decir que estoy dispuesto a todo. Ahora bien, si es que hubiera un proceso interno en el PSC que me llevara a la posibilidad de ser primer secretario, vista la trayectoria que llevo y la edad que tengo, 62 años, todo el mundo tendrá muy claro que no habrá sido por ambición personal.
– ¿Usted es de los dirigentes del PSC que celebra que haya primarias entre Tura y Hereu para ser alcaldable?
– Ha sido una muy buena noticia que haya primarias en Barcelona. Estábamos instalados en una situación que no era buena para nadie. Todos nuestros sensores detectaban motivos de preocupación y la posibilidad de celebrar unas primarias en Barcelona ha sido un revulsivo bien recibido por todo el mundo.
– ¿Usted ha animado a Montserrat Tura a presentarse?
– No, la verdad es que no. Sí que he detectado en ella la preocupación personal –que creo que ha expresado en público– de verse siempre en las quinielas de casi todo y de no completar nunca nada. Por tanto, esta ambición legítima de concurrir a las primarias era bastante previsible.
–Usted milita en Girona y no puede votar en estas primarias, pero si pudiera ¿a quién votaría?
– Como no puedo votar, no puedo votar. Y, además, debo mantener la neutralidad exquisita que se nos reclama a los miembros de la dirección del PSC.
–El PSC está en un proceso de reconstrucción y esperando nuevos liderazgos. ¿Cuándo deben emerger? ¿En las municipales?
– La prioridad máxima del PSC ahora es que, visto que nuestra propuesta en las pasadas elecciones autonómicas no fue bien recibida por muchos sectores de la población de Cataluña, hay que construir un proyecto que se adapte a las condiciones de una sociedad moderna y avanzada. Quiero decir que la modernización de la forma de hacer política del PSC es más importante que los liderazgos.
– ¿Y eso cómo se consigue?
– De muchas maneras, pero siempre teniendo claro que el PSC debe abrirse y conseguir peso social. De las municipales saldrán nuevos liderazgos, eso seguro, pero estos liderazgos dependerán de la capacidad de los candidatos del PSC de hacer ciudad a ciudad una especie de laboratorio de esta apertura a la sociedad que estamos proponiendo para el conjunto del PSC. Cada alcalde del PSC sabe que con sólo los votos de la organización estricta le costará ganar y que, en cambio, abriéndose a la transversalidad puede volver a ganar las elecciones.
– Constata, pues, que las siglas del PSC atraviesan un momento muy delicado.
– Es un momento muy delicado para el mundo, para España, para Cataluña, para las empresas y, como consecuencia, para los partidos que han asumido responsabilidades de gobierno. La recuperación del espacio social y político no se puede conseguir escondiendo la marca del PSC, sino revalorizándola. Nuestra marca es sólida en origen y la revalorización pasa por que la gente se mire la marca como un espacio de acogida amplio.
– ¿Entrarán nuevos alcaldes a la dirección del PSC tras las municipales?
– La ejecutiva del PSC ya está llena de alcaldes, aunque puede haber más, claro. También es posible –y estaría bien que fuera así– que los alcaldes cuyo liderazgo salga muy reforzado de las elecciones quieran asumir un liderazgo más amplio, eso sí, siempre que no dejen su compromiso con sus ciudadanos.
– ¿En este proceso de reconstrucción del PSC es imprescindible que el partido sea o parezca más catalanista?
– Es imprescindible que el PSC sea lo que es. Es imprescindible que la gente nos vea como catalanistas porque lo somos, es imprescindible la gente deje de hablar de dos almas dentro del PSC y es imprescindible que la gente no nos discuta nuestro catalanismo fundacional por cada problema interno que tenemos.
La oposición del PSC
– La Legislatura se inició con un pacto de PSC y CiU para facilitar la investidura de Mas. ¿El PSC puede ser un aliado estable de CiU en esta Legislatura?
– Como socio estable es muy difícil. Ahora bien, como proporcionador de acuerdos ocasionales en temas de interés general y en beneficio del país, puede ser.
–Esta semana se ha hablado mucho de la delicada situación financiera de la Generalitat. ¿Mas exagera?
– Exagera claramente. Creo que CiU ha dramatizado con la idea de que dentro de dos meses no habrá dinero cuando la verdad es que el dinero va llegando y, en este sentido, dramatizar excesivamente va en contra del mismo que dramatiza porque lo pone en una situación de mayor dificultad y esto es un error.
–¿Quiere decir con esto que la amenaza del Gobierno de limitar la emisión de deuda de la Generalitat es gratuita?
– Gratuita e incluso extemporánea. El el déficit del conjunto de las administraciones públicas es del 13 por ciento y un 9,5 corresponde al Estado. Por tanto, o antes se adelgaza el Estado o no conseguiremos los objetivos de déficit que marca la UE.
PERFIL
Siempre en primera línea
A Joaquim Nadal (Girona, 1948) le tocó tomar las riendas del grupo parlamentario del PSC después de la renuncia de José Montilla. Él fue quien le propuso y pocos, muy pocos, discutieron que era la mejor decisión en ese momento. Nadal lleva en primera línea política desde hace más de 30 años y nada hace pensar que vaya a abandonarla. Él mismo lo aclara: «Estoy dispuesto a todo». Sobran las interpretaciones.
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“AMB L’A-7, HEM DE SER REALISTES I NO TIRAR-NOS ELS PLATS PEL CAP ENTRE ADMINISTRACIONS PERQUÈ ES FARÀ PROMPTE”
Entrevista a La Veu de l’Ebre
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