PAGAR O NO PAGAR, ESA ES LA CUESTIÓN
Conferència pronuciada a l'”Encuentro ASETA 2012″, en el marc de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Santander, 25 de juny de 2012
Nada en la vida es gratis. Nada salvo la propia vida y la muerte. Y aun, vida y muerte son gratuitas porque sobrevienen de forma involuntaria pero conllevan una y otra sus propios costes.
El equívoco sobre la gratuidad de los servicios públicos se sustenta en la idea que los derechos básicos de la colectividad son derechos asumidos en el núcleo del estado de derecho (lo público). Pero precisamente, el conjunto de servicios y prestaciones que otorga el Estado a la ciudadanía procede de la propia contribución de los ciudadanos al erario público en proporciones variables
Nada es gratis porque precisamente todo cuanto asumimos libremente sin coste ha sido costeado previamente con el dinero de todos. Nos encontramos, pues, ante la paradoja que no sólo aportamos proporcionalmente nuestro dinero al Estado para que desarrolle prestaciones universales y gratuitas sino que además sufragamos aquellos servicios que no se usan universalmente.
La pregunta puede sonar políticamente incorrecta y además impertinente. Pero es del todo pertinente. ¿Debemos pagar entre todos los servicios que sólo usan algunos?
¿Es un mecanismo justo y equilibrador que con el dinero de todos se financien servicios que no son imprescindibles y que tienen características de altas prestaciones?
En el polo opuesto, las preguntas también retumban de forma machacona. Al amparo de la prestación de servicios por cuenta del Estado, ¿cuál es el horizonte razonable de retribución del capital invertido y de la rentabilidad de la actividad? El equilibrio financiero de estas prestaciones, ¿es una garantía sólo con serlo tiene un techo? Debe equilibrarse por ingresos insuficientes, pero ¿no existe tope para el negocio si los ingresos se disparan?
Finalmente en la dialéctica entre el todo es gratis y el pagar por uso, o por prestación, con subvenciones parciales (como en el caso del transporte público), ¿cómo incide el contexto de crisis y la percepción de un malestar creciente por cargas que de forma objetiva o subjetiva se consideran injustas?
Según mi criterio si trasladamos al terreno concreto de las autopistas la tensión dialéctica entre pagar y no pagar, deberíamos todos convenir que en el futuro la escasez de recursos nos obligará, imperiosamente, a pagar por uso. Es decir, sustraer del pago generalizado y colectivo aquellos servicios que por razón de su naturaleza sólo utilizase unos cuantos.
Generalizar el pago en autovías y autopistas de altas prestaciones [el peaje] y garantizar una red pública alternativa basada en la capilaridad y la movilidad recurrente. Generalizar la euroviñeta, y establecer mecanismos de compensación que excluyan de las arcas del Estado el gravamen de las inversiones y del mantenimiento de estas vías de altas prestaciones.
Sentado el principio es evidente que la dialéctica excluyente entre los que pagan y los que no pagan requiere una corrección inmediata en el sentido de la homogeneización. Un mapa equilibrado haría más asumible y en consecuencia más justo el conjunto del sistema. No sólo eso sino que la actual irracionalidad del mapa de las inversiones en infraestructuras corregiría alguna de sus debilidades y obtendría unos ingresos que serían un paliativo eficaz a la actual penuria de recursos financieros para inversiones. Pagar para tener y disfrutar, pagar para mantener, pagar para ahorrar e invertir.
La percepción ciudadana de la injusticia, la raíz de la protesta reside en un conjunto de agravios acumulados históricamente y en un conjunto de equívocos difundidos de forma errónea pero quizás interesada.
A los ojos de los ciudadanos con sus economías en crisis, con ingresos menguantes y con recortes acelerados de derechos, el anuncio reiterado de grandes beneficios de las concesionarias interpela conciencias propicias a la rebelión. A la insumisión.
Desequilibrio, falta de homogeneización, agravio histórico, dialéctica público-privada, reiteración abusiva de fórmulas de alargamiento de la concesión como recurso, se combinan para formar una mezcla inestable y cada vez más explosiva.
Los interrogantes sin respuesta alimentan el equívoco.
¿Cuál es la naturaleza del negocio de las empresas concesionarias?
Los resultados ante las juntas generales de accionistas ¿qué componentes integran?
¿Cómo se financian las inversiones de carácter internacional? (de otra gama de negocios o de la misma)
¿Cuál es la dimensión y naturaleza de la deuda de las sociedades concesionarias o de sus holdings matrices?
¿Cuál es la relación entre inversión y rentabilidad? ¿Cuál la relación entre inversión, amortización y retribución contractual?
¿Dónde radica la legitimidad del negocio concesional?
¿Se puede afirmar con los datos generales que conocemos que las autopistas de peaje han sido pagadas varias veces? O ¿esta afirmación comporta una simplificación excesiva no exenta de elementos demagógicos? (uno de los argumentos de los antipeajes).
Si ante resultados inciertos, geográficamente desiguales, el Estado acudió al rescate, ¿de qué modo se gratifica en términos de resarcimiento financiero esta intervención?
En la historia de las autopistas de peaje en España, ¿cuál ha sido la interacción entre recursos públicos de carácter presupuestario y recursos privados en busca de una rentabilidad?
En algunos casos, la voluntad de generar equívocos, que deberían ser sistemáticamente y concienzudamente desarmados, alcanza abusivamente a formas de endeudamiento de la propia administración. Equiparar los peajes en la sombra a los peajes explícitos contramina a un tiempo el debate de la deuda (el endeudamiento de las administraciones públicas) y el debate de la saturación social de costes añadidos, entre otros, los peajes.
Es evidente que hay un cúmulo concatenado de causas que justifican sobradamente la queja, la protesta y la insumisión. Pero la reacción elemental “no quiero pagar” incorpora no pocas dosis de queja alimentada todavía por el “síndrome de la abundancia”. Focalizar en los peajes de las autopistas el sentimiento de indignación por el coste creciente de los servicios públicos tiene algo de excluyente y elitista.
¿Preferimos quejarnos por los peajes que por el copago sanitario? O ¿otorgamos más impacto a la queja por los peajes que al malestar por el incremento incesante y el déficit inaguantable del transporte público?
La queja elemental es eficaz y directa, pero el objeto de la movilización carece de las características de un alcance sistemático y colectivo.
La prueba más fehaciente de que no existe nada gratis en la vida la tenemos en los mecanismos utilizados de bonificación y gratuidad. La debilidad de los gobiernos, la faceta de fortaleza y coraje, la respuesta fácil a la protesta reiterada ha sido siempre la de la corrección populista. Todos los tramos gratuitos anticipadamente han sido compensados a las concesionarias con recursos presupuestarios.
Hemos pagado entre todos la renuncia de unos cuantos aunque sean en las áreas metropolitanas muchos miles.
Pero tensar la cuerda sólo por el lado del sector público ha tocado finalmente techo. Hemos descubierto, por fin, que los recursos del Estado no son ilimitados. ¿Pagar rescates, bonificar, trayectos, seleccionar peajes bonificados? Meros paliativos para un problema que hoy ya no tiene solución por la vía clásica.
Si arrecia la protesta y los gobiernos no reaccionan, el problema deviene un callejón sin salida por primera vez. No hay dinero y no hay capacidad de aguante social para plantear nuevos alargamientos de las concesionarias a cambio de nuevos tramos de gratuidad.
Hoy la solución ya sólo puede llegar por la vía de un cambio de modelo.
– Euroviñeta
– Pagar por uso en la red de gran capacidad
– Homogeneizar y equilibrar peajes en las vías rápidas
– Compensar el agravio de anticipación
– Hacer pedagogía para el mantenimiento de peajes blandos de conservación y explotación para el momento del vencimiento de las concesiones.
– Asegurar que las políticas de movilidad generan su propio flujo de ingresos y permiten abordar la problemática en su globalidad.
– Garantizar la revisión y auditoria de todos los contratos de concesión.
– Revisar el principio de equilibrio financiero de la concesión.
– Compensar con cuotas de solidaridad ante la crisis por parte de las concesionarias, a cuenta de contención en los beneficios, las bonificaciones que se estimen perentoriamente justas.
– Priorizar las inversiones futuras con criterios de rentabilidad por uso.
– Integrar en el imaginario colectivo que la red de autopistas de peaje, si fuese gratuita, añadiría a las obligaciones del Estado un coste insostenible.
Hoy, en Catalunya, más que en ninguna otra parte de España sólo valentía y el coraje de los gobernantes, una explicación razonable y creíble del contexto, y la generosidad de las concesionarias puede modificar un clima enrarecido y perverso.
He publicado en la prensa de Catalunya cinco artículos sobre la cuestión:
- “El greuge incessant”, El Punt Avui, 24.3.2012. Contra el intento de compensar, en Catalunya, las pérdida de las radiales de Madrid. Primera alarma gratuita.
- “Jo tampoc no vull pagar”, El Punt Avui, 5.5.2012. Si todo es gratis que nadie pague nada.
- “La guerra dels peatges”, El Punt Avui, 2.6.2012. Contra la idea insolvente que no hay que pagar y contra la idea insolidaria de la perpetuación del agravio.
- “L’ombra allargada dels peatges”, El Punt Avui, 16.6.2012. Contra la equiparación de peaje explícito y peaje en la sombra. Y a favor de recordar todos los métodos de inversión aplazada (endeudamiento) que han utilizado las administraciones.
- “El tercer carril i la variant”, Diari de Girona, 22.6.2012. A favor de las inversiones privadas y su repercusión en servicios públicos, (caso de Girona).
Para concluir:
1. Deshacer los agravios
1.1. Compensar los territorios que siguen sin disponer de una red alternativa libre de peaje.
1.2. Deflactar el efecto del agravio acumulativo por anticipación. Corregir el hecho que pagar más y desde hace más tiempo quien antes tuvo un sistema propio de autopista.
1.3. Homogeneizar desde ahora. Buscar el equilibrio del modelo. Introducir criterios de racionalidad, priorización, conservación, sostenibilidad y financiación de la inversión.
1.4. Bonificar, rectificar, modificar a la baja los peajes más injustos. Completar las alternativas (libres de peaje), restablecer y restituir sin coste las bonificaciones que han sido suprimidas como consecuencias de ajustes presupuestarios de las administraciones.
2. Disipar los equívocos
2.1. Explicar con simplicidad la trayectoria del negocio concesional, la intervención en la crisis de los recursos públicos, el restablecimiento del sistema.
2.2. Explicar con rigor y simplicidad la naturaleza del negoción. Concesión a concesión.
2.3. Disipar dudad sobre la amortización de la inversión y los costes. Delimitar la áreas de negocio y singularizar el beneficio del negocio concesional.
2.4. Separar metodológicamente los sistemas de pago por uso de los de pago aplazado con, directamente, recursos presupuestarios.
2.5. Establecer un horizonte razonable de finalización de las actuales concesiones y de inicio de nuevas fórmulas de pago por uso.
2.6. Revisar uno por uno los contratos de concesión a la luz del nuevo contexto de crisis.
En definitiva:
Nada es gratis
La gratuidad empobrece
La avaricia rompe el saco.
- Todo se paga con el dinero de todos.
- La gratuidad de determinados servicios públicos empobrece al Estado, limita la generación de ingresos y depaupera la sostenibilidad del sistema.
- Es mejor pagar por uso, reconocer la finitud de los recursos y alimentan la generación de riqueza.
- Pero si reconocemos que ni 1, ni 2 son convenientes, y que debemos hacer pedagogía para el 3, nadie debería olvidar que en el imaginario colectivo tensar la cuerda, arriesgar la cohesión es el anuncio de que la avaricia rompe el saco.
DE “GIRONA LA MORTA” A LA “GIRONA NOVA”
Conferència pronunciada en el marc del cicle sobre “El govern de la ciutat II: de la Guerra del Francès a la fi del franquisme”, organitzat per l’Ajuntament de Girona. Girona, Arxiu municipal, 24 de maig de 2012. Text publicat en el llibre El Govern de la ciutat (II). De la Guerra del Francès a la fi del franquisme. Conferències a l’Arxiu Municipal 7, 2012 (pàg. 119-172).
Ascens i frustració d’un programa reformista (1931-1939)
Un canemàs imprescindible
Per encarar l’anàlisi d’aquest període complex, creixentment inestable i finalment convuls ens cal un marc cronològic elemental. Sense una armadura temporal de la seqüència dels fets i de la representació municipal es fa del tot impossible abordar les qüestions més rellevants del període. En part ens podem estalviar precisions gràcies als estudis electorals de Pere Cornellà, territorials i vinculats als comitès antifeixistes d’Oriol Nel·lo i, sobretot, la gran quantitat de treballs de Josep Clara dedicats a aquesta etapa i, d’una manera molt singular, el seu treball sobre el personal polític de l’Ajuntament en el període 1917-1987. Només cal recordar que en els treballs de Joaquim Pla i Cargol, personatge rellevant de totes les etapes, i autor amb una producció de sensibilitats contrastades entre els seus llibres d’abans de la guerra i els de després, i que ja no acceptaria cap més tasca de representació política després de la seva etapa de 1930-1931, els més de 94 regidors i regidores del període 1936-1939 i els alcaldes corresponents es ventilaven en les successives cronologies dels seus llibres posteriors a 1939 amb l’expressió en blanc i sense noms “Período revolucionario y de la Guerra de Liberación”.
Ja sabem que pel període immediatament anterior a aquest l’evolució política i de la legislació va condicionar uns processos electorals parcials i una successió d’alcaldes fruit de diverses circumstàncies. Així, a partir del cop d’estat de Primo de Rivera, un RD del 30 de setembre de 1923 dissolia tots els ajuntaments elegits amb anterioritat i els substituïa per vocals associats vinculats a la seva renda i patrimoni. Fou alcalde Lluís de Puig qui arran de l’Estatut Municipal fou substituït, l’abril de 1924, per Joan Tarrús. El 31 de juliol fou nomenat alcalde Jaume Bartrina i el 23 de març de 1925 Frederic Bassols, fins que el 31 de maig de 1927 es tornaria nomenar Jaume Bartrina.
Un cop acabada la Dictadura i començat el govern provisional, l’etapa de la dictablanda, un RD del 15 de febrer de 1930 dissolia els ajuntaments i els restablia amb una composició mixta de majors contribuents i dels regidors més votats a partir de 1917. Fruit d’aquesta remodelació durant poc més d’un any va tornar a l’Ajuntament l’esperit unitari de 1920 i foren alcaldes, successivament, en Joaquim Tordera fins al 13 de març de 1930 i en Francesc Coll Turbau a partir d’aquesta data i fins al 14 d’abril de 1931.
En les eleccions municipals del 12 d’abril de 1931 foren elegits un total de 23 regidors dels quals 15 d’Unió Republicana (11 del Centre d’UR i 4 d’Acció Catalana), 5 de la Lliga Regionalista, 2 catòlics-monàrquics, i 1 d’Unió Monàrquica. Miquel Santaló seria alcalde des del 14-15 d’abril de 1931 al 22 de setembre de 1933, quan va renunciar després de ser nomenat ministre en el govern Lerroux. El 26 de gener de 1934 seria elegit alcalde Josep M. Dalmau Casademont.
Les eleccions municipals de 14 de gener de 1934 capgirarien la situació i portarien finalment Francesc Tomàs a l’alcaldia a partir del 14 de març de 1934. En aquestes eleccions, per un resultat molt ajustat, guanyaria la candidatura d’Unió i Defensa Ciutadana amb 16 regidors. A ERC n’hi correspondrien 8 en representació de la minoria, malgrat que només unes desenes de vots separaren les dues candidatures. Hem de recordar que en aquestes eleccions el cens s’amplià a majors de 23 anys i amb la incorporació del sufragi femení.
La representació d’aquest Ajuntament, que es veié alterada una vegada pels fets del 6 d’octubre de 1934, va mantenir, no obstant, la mateixa estructura fins a l’esclat de la Guerra Civil.
L’aixecament de juliol del 36 va capgirar del tot la situació, la realitat, la legalitat i els mecanismes d’accés a la representació municipal. La dualitat de poders estudiada per Nel·lo i Clara en el període juliol-octubre de 1936 va donar lloc a una mena de poder i contrapoder entre els partits convencionals i els sindicats, els partits obrers i els postulats revolucionaris. Democràcia i revolució van viure moments de contradicció o complementarietat i superació per desbordament.
Ja el 20 de juliol 8 regidors d’ERC es feren càrrec del govern de l’Ajuntament i nomenaren alcalde accidental Llorenç Busquets (del 20 de juliol a l’1 d’ agost).
El 22 de juliol la Generalitat dictà un decret sobre composició dels ajuntaments i el 31 de juliol la Comissaria delegada en aplicació d’aquest Decret resolgué que l’Ajuntament de Girona l’integressin 16 representants d’ ERC, 4 d’Acció Catalana Republicana i 4 del Partit Republicà d’Esquerra. El dia 1 d’agost de 1936 elegiren nou alcalde Joaquim de Camps i Arboix.
El 9 d’octubre de 1936 unes noves normes de la Generalitat establiren que per ajustar els ajuntaments a una representació popular i de classe, d’acord amb el front dels partits i dels sindicats que havien plantat cara a l’aixecament, calia que l’Ajuntament de Girona fos integrat per 9 representants d’ERC, 9 de la CNT, 6 del PSUC, 3 del POUM, 3 d’ Acció Catalana i 3 de la Unió de Rabassaires. El Comitè antifeixista decidí una altra composició, fet que va provocar la inhibició d’ERC i el PSUC (la proposta era 14 CNT, 9 ERC, 6 POUM, 3 PSUC, i 1 partit sindicalista). Els integrants del consistori nomenaren Expedit Duran, president del Consell.
Una rectificació del 28 d’octubre va permetre la incorporació del PSUC. L’1 de desembre, ERC s’incorpora després dels fets de Roses. L’11 de febrer de 1937, finalment, s’ajustà la composició a la legalitat del Decret d’octubre de 1936. Expedit Duran fou reelegit.
Després dels fets de maig de 1937 es va modificar la situació. En una seqüència de Comissió permanent (25 de maig) i Ple (27 de maig) es va destituir la permanent del Consell, durant uns dies va tornar a ser alcalde Llorenç Busquets, amb els vots d’ ERC i el PSUC i, finalment, el 15 de juny fou elegit alcalde i ho seria fins els darrers dies de la guerra Pere Cerezo, dirigent d’ERC.
Un darrer Decret de 9 d’octubre de 1937 mantingué la composició de 33 llocs de conseller amb 9 d’ERC, 9 del PSUC, 9 de la CNT, 3 d’Acció Catalana, i 3 de la Unió de Rabassaires. La separació dels regidors del POUM es va concretar en un Ple el 29 d’octubre de 1937, en el qual l’alcalde Pere Cerezo, com a alcalde i en nom d’ERC i Dimas Bussot en nom de la CNT van lamentar aquest fet i van subratllar la col·laboració lleial i positiva dels representants del POUM i, finalment, el regidor Andreu Oriol, en representació del POUM, va llegir unes conclusions i acabà dient: “Però malgrat tot afirmo que som antifeixistes i que seguirem lluitant pel triomf de la guerra i per la implantació d’un règim socialista. Nascuts al carrer, tornem al carrer i des d’allà seguirem fidels als interessos de la classe treballadora”. Un cop van sortir els representants del POUM es va fer una nova sessió plenària amb caràcter extraordinari.
La mobilitat en els llocs va significar una rotació en tres anys de 94 persones i una constant substitució per raons diverses associades gairebé sempre als alts-i-baixos de la conjuntura política i la força canviant en relació a l’evolució de la guerra dels partits i sindicats.
Ja a les acaballes de la guerra, els darrers episodis donen a entendre, d’una banda, la més estricta normalitat inevitable i, de l’altra, la desesperació. El llibre d’actes recull la sessió del 30 de desembre de 1938, poc més d’un mes abans del final de la guerra, que presidí l’alcalde accidental Rafael Portas i Burcet, a la qual assistiren vint-i-cinc dels trenta-tres regidors que integraven el consistori (Portas, Busquets, Dalmau, Auguet, Masó, Frigola, Sala, Bussot, Cortada, Casilda Sagarruy, Palmada, Sesé, Carbó, Calvet, Muñoz, Cardús, Cervera, Sagristà, Cabruja, Llapart, Figarola, Ponsatí, Ferrer, Mitjà, Serra ) i acordaren aprovar un pressupost especial extraordinari per a l’any 1939 anivellat en 300.000 pessetes d’ingressos i despeses.
La Comissió de govern d’11 de gener de 1939, presidida per Rafael Portas, va prendre coneixement d’un escrit del Juzgado general de contrabando por evasión de capitales que requeria l’Ajuntament per anar a Perpinyà i dipositar a disposició del jutjat els valors que Expedit Duran havia evadit. L’endemà, la mateixa Comissió de govern, ara presidida per l’alcalde Pere Cerezo, va ser informada que aquest s’havia traslladat a Perpinyà i havia dipositat en el consolat de la República espanyola d’aquesta població de la Catalunya francesa els valors procedents de “la liquidació presentada pel ciutadà Gil Junqueras referents a la fàbrica de cartutxeria que es va muntar i organitzar a la carretera de Barcelona, prop de la nostra ciutat”. Els diposita als efectes d’estar a disposició del jutjat pel sumari instruït contra Expedit Duran. I de l’acta es desprèn “Que el paquete de valores depositados está integrado por títulos de la Deuda Exterior de España de un valor nominal de un millón setecientas treinta y una pesetas y un número de cupones de los números once, doce y trece de un valor nominal de pesetas cincuenta y una mil quinientas sesenta y ocho”.
Pocs dies més tard, l’alcalde Pere Cerezo, el dia 25 de gener de 1939, abandonà la ciutat i uns anys més tard va merèixer un comentari sever d’Antoni Rovira i Virgili. Encara el 28 de gener, els partits i sindicats sense Esquerra decidiren un darrer gest, constituïren la comissió de govern i elegiren Joan Ballesta i Molinas, alcalde. Josep Clara conclou lapidari: “Aquest va ser el darrer “Ajuntament” de la Girona republicana. De la seva actuació poc se’n pot dir, ja que més enllà de l’acta de constitució, no deixà cap altra cosa escrita al llibre corresponent. Les hores comptades de set dies passarien de pressa, sota un cel de bombes amenaçadores i de destruccions calculades”.
Una transició exemplar
La proclamació de la República va tenir, a Girona, un desenvolupament eufòric i en molts aspectes modèlic. Les actes del Ple de l’Ajuntament de març a novembre de 1931 cal anar a buscar-les al corresponent llibre de la Comissió de Govern (Reg, 5154, 29-8-1930/12-XI-1931). S’obre un full nou amb l’encapçalament “Primera de la proclamació i Govern de la República” el mateix dia 14 d’abril de 1931. En aquesta data se celebra una sessió extraordinària que presideix el regidor que ha tingut major nombre de vots i Miquel Santaló “s’adreça als reunits i al nombrós públic congregat a la sala” adduint que “davant el canvi de règim que acabava de tenir lloc i la necessitat de no interrompre el govern i l’administració dels interessos de la ciutat de Girona es constitueixen cridats per la voluntat del poble en nou Ajuntament provisional en espera de que la proclamació oficial de la seva designació i el dictat de normes oportunes per els poders públics que han assumit la direcció de la República, permetin procedir a una constitució legal definitiva”.
L’endemà, pràcticament sense solució de continuïtat, es reuneix amb l’assistència i presidència de Miquel Santaló, l’Ajuntament sortint encapçalat per l’alcalde Francesc Coll Turbau i integrat pels regidors Darius Rahola, Josep Tajà, Alfons Teixidor, Miquel de Palol, Rafael Masó, Joaquim Pla, Josep Escatllar, Llorenç Busquets, Josep Vidal, Ramon Varderi, Joaquim Tordera i Narcís Cornellà, i aproven les actes dels plens del 15 i el 31 de març. Coll Turbau recorda, en un breu repàs, la tasca material i espiritual duta a terme per aquest Ajuntament de transició al final de la Dictadura, Joaquim Pla s’afegeix a les intervencions recordant la tasca positiva “en la construcció d’escoles…” i Darius Rahola hi coincideix plenament. Miquel Santaló agraeix la tasca, el zel, i la voluntat de traspàs i d’ assumpció dels resultats dels reunits i immediatament es retiren del saló de plens els regidors que no repetiran,es queden els electes i entren la resta dels elegits en les eleccions del 12 d’abril de 1931. En aquesta sessió del 15 d’abril de 1931 s’elegeix alcalde Miquel Santaló per quinze vots a favor i cinc en blanc.
La desautorització de l’alliberament de Durruti va fer que Santaló presentés la dimissió per escrit en el Ple de 18 de juny, però fou rebutjada i el tema es va acabar.
Adhesió al projecte d’Estatut
Convé recordar aquí que en la sessió del 22 de juliol de 1931, que presideix Miquel de Palol, es planteja l’acceptació del projecte d’Estatut confeccionat per la Diputació provisional de la Generalitat i sotmès als ajuntaments en virtut del plebiscit d’ajuntaments que plantejava l’article 22 del Decret de la Generalitat de 15 de maig. Tots els regidors s’hi manifesten a favor, majoria i minories, llevat del regidor Bassols que hi vota en contra. L’argumentació de l’alcalde accidental és del tot significativa quan afirma que el projecte d’Estatut “és el pacte més gran d’espanyolisme que pot realitzar Catalunya amb les seves germanes i que per tant esborra tots els recels i totes les reserves que poguessin ésser un obstacle a la seva aprovació puix que amb ella és indiscutible la consecució de la prosperitat de tots els pobles d’Espanya”.
Ja sabem, però, que els obstacles hi serien i que el procés d’aprovació de l’Estatut no seria tant fàcil com suposava un il·lusionat i entusiasta Miquel de Palol.
Cal subratllar també que Darius Rahola, en la mateixa sessió, va demanar que l’Ajuntament s’adrecés a mode de reparació als exregidors Coll, Quintana, Serra, Camps, Llobet, Masó, i Calvet que el 1923 havien estat empresonats pel fet d’haver manifestat la seva voluntat de més llibertat i autogovern per Catalunya.
Alguns boicots i unes absències forçades
La vida corporativa va funcionar en termes generals amb una considerable normalitat que es va anar deteriorant a mesura que l’ambient general s’enraria i que acabaria amb una activitat frenètica de substitucions i canvis en el període de la Guerra Civil. Hi ha, però, alguns episodis concrets que val la pena de remarcar. Podem començar per la sessió del 19 d’agost de 1932 que presidí Josep M. Dalmau Casademont i a la qual assistiren només vuit regidors. L’acta mateixa recull el motiu d’aquesta escassa assistència. Es llegeix un escrit dels regidors de la minoria regionalista, en què expressen el seu rebuig al discurs que l’alcalde Miquel Santaló va pronunciar en acabar-se la manifestació del dia 12 d’agost de 1932 contra l’intent d’aixecament militar. Expressen el seu disgust, exigeixen la corresponent reparació i anuncien que no pensen assistir al Ple per tal de fer evident la seva actitud de rebuig. En la sessió, els regidors Rahola i Dalmau, aquest com a alcalde accidental van defensar l’actitud de l’alcalde. Uns dies més tard, en la sessió del 2 de setembre de 1932, que presidí Miquel de Palol, ja retornat de vacances, es va llegir una carta de Miquel Santaló en la qual volia donar explicacions de les seves manifestacions indicant que s’adreçaven clarament contra una editorial de La Veu de Catalunya i que en cap cas “no hi havia censura envers els seus companys de consistori”. Francesc Tomàs manifestà donar-se per satisfet de les explicacions de l’alcalde i el boicot va quedar en un episodi semblant a una tempesta en un vas d’aigua.
El daltabaix va tenir més transcendència arran dels fets del 6 d’octubre que, a Girona, van significar un episodi efímer de suspensió de l’Ajuntament, de nomenament d’una comissió gestora i de proclamació de l’Estat català per part de Joaquim de Camps i Arboix. El moviment fou liquidat de forma immediata a Girona. Restablerta la representació municipal, però empresonats els principals dirigents d’ERC, el primer Ple posterior als fets d’octubre es va celebrar el dia 25 d’octubre de 1934. Hi assisteixen només tretze regidors i amb una representació minvada de la minoria republicana (Tomàs, Bonmatí, Cervera, Aragó, Busom, Vinyals, Gispert, Meléndez, Riera, per la coalició regionalista i monàrquica; i Rahola, Busquets Ventura, Sala i Juvé per ERC). La primera sessió ordinària després dels fets és la del 7 de novembre de 1934 i serveix perquè Manel Bonmatí fixi la posició dels consellers de Lliga Catalana proclamant l’adhesió al sistema polític, expressant el rebuig a la violència i reclamant el restabliment legal en el governament de Catalunya. Darius Rahola s’adhereix a la proposta de Bonmatí, que esdevé una declaració votada. Rahola, a més, afegí en la seva intervenció l’agraïment prop de l’alcalde per haver-se interessat pels detinguts “… que en benefici i millora dels esmentats detinguts s’havia autoritzat pel general Batet l’habilitació de l’edifici antiga fàbrica de paper ‘La aurora’ per allotjar-los, a qual efecte la Brigada Municipal treballava ja en les petites obres d’adequació”.
L’any següent, la situació encara era de la mateixa provisionalitat i en el Ple del dia 6 de març de 1935 el regidor sr Vila “manifesta que la minoria d’Esquerra després dels fets d’octubre ha quedat reduïda a tres regidors, sense que sigui justificada la suspensió de llurs càrrecs de cinc companys sobre els quals no existeixen càrrecs que els inhabilitin per exercir-lo”. Finalment, el regidor Vila acaba sol·licitant que l’Ajuntament s’adreci al Sr. Portela demanant la reposició dels regidors “indegudament suspesos”.
La situació anòmala es mantindria fins després de les eleccions que el març de 1936 donarien el triomf al Front d’Esquerres i permetrien, el 4 de març de 1936, la plena integració dels regidors republicans represaliats als seus escons.
La situació s’invertiria dramàticament i de forma irreversible a partir del 18 de juliol de 1936. Els regidors de la majoria regionalista i monàrquica (16) dels 24 abandonaren els seus càrrecs empesos per la situació, forçats per les circumstàncies i en tres casos (Ramon Tarrés, Antoni Busquets i Josep M. Domènech) perquè foren assassinats en els mesos d’octubre i novembre de 1936.
La situació, com hem vist més amunt, esdevindria radicalment diferent, amb dualitat de poders, i ajuntaments que ja no procedirien d’unes eleccions convencionals, sinó que s’anirien adaptant a la normativa i els criteris fixats successivament pel Govern de la Generalitat de Catalunya. Així i tot i en aquestes circumstàncies es viuria encara un període de boicot a l’Ajuntament per part dels representants d’ERC que, entre el mes d’octubre de 1936 i l’11 de desembre del mateix any, es negaren a incorporar-se als seus llocs pel plet en la composició de l’Ajuntament que mantenia una proporció diferent a la dictada per la Generalitat, que beneficiava la CNT i minimitzava el pes d’ERC.
Després dels fets de maig, les absències o les presències reiterades ja ho serien per altres motius i en bona mesura com a conseqüència de l’estabilització de la vida política amb un pes més equilibrat d’ERC i el PSUC
Les prioritats del govern local
Els temes de preocupació i d’intervenció del govern local foren recurrents i van tenir sempre el condicionant dels pressupostos.
Així, quan l’any 1930 es recupera un Ajuntament mínimament representatiu i amb incorporació de regidors electes amb anterioritat a la Dictadura, queda clar que un dels temes en els quals es volgueren posar els punts sobre les “i” va ser el tema del sanejament pressupostari. Amb aquest objectiu, Joaquim de Camps i Arboix va formular la corresponent Memòria de la ponència d’Hisenda que, presentada l’abril de 1930, es va acabar publicant amb el títol La Hisenda Municipal en 1930.
Camps afirma que “no es veuria completa la tasca de revisió i depuració que entenem ha d’ésser la finalitat primera de la nostra actuació municipal… si no oferíssim a la consideració de VE i a la del poble gironí una expressió sintètica de l’estat de l’economia municipal, a traves d’un estudi abreujat de la labor financera dels homes que han governat la ciutat durant sis anys i mig de col·lapse de la vida normal i democràtica per que ha passat el país”.
Camps assenyala que en els anys 1923, 1924 (trimestre abril-juny), 1925, 1926, 1927, 1928, el pressupost es va tancar amb dèficit i que només en els anys 1924-25 i 1929 hi va haver un superàvit mínim. Atribuïa com a causa d’aquests comptes negatius els defectes d’una plantilla inflada, de partides de manteniment poc significatives i de destinar diners de crèdit a pagar despeses de funcionament. “En resum, l’herència que ens ha pervingut és poc desitjable”. És el que es fa encara més evident amb l’anàlisi de les despeses aplicades a l’emprèstit de 3.000.000 de pessetes que havia de servir per a pagar obres reproductives, despesa feta amb rapidesa i sense pagar despeses secundàries, i que a la pràctica es va malgastar -diu Camps- dedicant els diners a obres d’importància mínima. Per abonar la seva informació ens remet als apèndixs on hi ha la referència a les despeses generals: “Allí veureu la llarga llista de làmpares, passamans, màquines d’escriure, persianes, etc, etc, que han pagat amb diners de l’emprèstit”. Tot plegat fa veure que hi ha un llegat inassumible, com és la plaça del mercat sobre l’Onyar i la central de Pedret. Sobre aquesta base, la política futura es vol orientar a una política rígida d’estalvi i sobrietat, a la vigilància dels ingressos, a la rigorosa igualtat en la tributació de tots els ciutadans, el recurs a l’arrendament de serveis, el foment de l’edificació i l’activitat econòmica i l’estímul als servidors públics. Caldria, doncs, gastar els diners de l’emprèstit en inversions, assegurar que s’acabava de gastar el que quedava del crèdit i renunciar a la plaça del mercat damunt l’Onyar “com una operació econòmicament ruïnosa”. Les prioritats haurien de ser l’abastament d’aigües i l’enderrocament de barris insalubres. I així ho feren amb un expedient de modificació de crèdit que incorporava altes per a la construcció d’escoles que es culminarien amb l’impuls decidit del nou Ajuntament republicà perquè en part les propostes ja venien de consellers republicans de l’Ajuntament de 1930-1931.
Precisament aquest és el pont entre l’etapa 1930-1931, quan s’aborda, per exemple, la compra de solars destinats a futures escoles i l’etapa 1931-1934 del primer Ajuntament republicà.
En la sessió del 5 de març de 1934 l’alcalde, sortint Josep M. Dalmau Casademont, que havia substituït uns mesos abans Miquel Santaló quan va deixar el càrrec per dedicar-se al Ministeri que li havia estat encomanat, va fer una intervenció per dir que aquell Ajuntament sorgit de les eleccions del 12 d’abril de 1931 “es retirava estimant-se satisfet del deure complert en les orientacions de democràcia, catalanitat i república que inspiraven la seva actuació” i això li permet fer un balanç en positiu en el que situa l’obtenció i enderroc dels baluards, el programa de cultura, sanitat i lluita contra l’atur forçós, la casa del nen, la piscina municipal com un exemple de cooperació ciutadana, i les cases de Montjuïc “lloable iniciativa del company Colomer, que demostra les possibilitats de la cooperació obrera”.
La cara i la creu d’aquesta etapa és, d’una banda, la llista que hem esmentat més amunt i la política de construccions escolars i de creació de noves escoles i la creu la reiteració de la minoria regionalista amb relació al problema de la mala qualitat de les aigües que va ser suscitat en diversos plens (Bonmatí, 25-VI-1931; Pascual,9-VII-1931, des dels rengles republicans) o finalment la insistència de Francesc Tomàs en el Ple del 14 d’agost de 1931, on digué que era “precisa l’adopció de mesures necessàries per a posar fi a l’abús de que siguin servides al públic aigües repugnants, pagades però a bon preu”. Fruit d’aquesta intervenció s’acordà un requeriment a la companyia Anónima Aguas Potables de Gerona, va actuar una Comissió especial d’aigües i (Ple del 21-8-1931) es va començar a plantejar la necessitat de municipalitzar el servei.
El cert, però, és que com s’acredita en algunes publicacions de l’Ajuntament posteriors a les eleccions de gener de 1934, el nou Ajuntament, de majoria regionalista i monàrquica, va acreditar en la constitució, el 14 de març de 1934, els tres problemes bàsics que volien abordar eren el del proveïment d’aigües potables, el del subministrament higiènic de llet pura i nutritiva i les qüestions derivades dels desequilibris pressupostaris.
En aquest mateix Ple es formula aquesta darrera qüestió amb intensitat. I, així, Bonmatí defensa el programa de la coalició Unió i defensa ciutadana i afirma que l’únic programa en temps de crisi havia de ser el redreç de les finances. Exposa que hi ha un dèficit de 562.000 pessetes, 100.000 pessetes més com a compromisos en “augment de retribució de personal” i en contrapartida 172.000 pessetes a caixa i 92.000 pessetes de rebuts pendents de cobrar. L’alcalde sortint, senyor Dalmau, va considerar que el dèficit era només de 149.000 pessetes i que “aquest ve compensat amb l’obra d’enderroc dels baluards que ha dotat a l’Ajuntament d’uns solars valorables i amb el remei de l’atur forçós que ha donat lloc”.
El cert és que s’aborda el tema de l’aigua i de la llet i que en aquesta etapa es concreta la construcció d’una central lletera i l’establiment de nous pous de captació, la municipalització del servei i la millora de l’abastament d’aigua potable.
El primer amb l’encàrrec en el Ple del 6 de juny de 1934 (aprovat el 5 de juliol de 1934) d’un Reglament municipal d’higienització i venda de llet, de l’aprovació el 3 d’octubre de 1934 del Plec de condicions per al subministrament dels aparells destinats a una central lletera, el debat i aprovació de l’adjudicació del concurs en el Ple del 24 de gener de 1935. El dia 15 de juny de 1935, L’Autonomista publica un article, ‘La central lletera municipal’, en què es fa ressò dels problemes suscitats amb els productors de llets, no veïns de Girona, que es consideraven perjudicats en els seus interessos.
El tema de l’aigua amb noves captacions a Palau Sacosta i la final municipalització del servei va ser abordat en una proposta de Manel Bonmatí del 17 de desembre de 1934, que va ser aprovada i rubricada per l’alcalde Francesc Tomàs en el Ple del dia 19 de desembre. En el Ple del 20 de febrer de 1935 es va produir l’aprovació definitiva del projecte de municipalització i es donava a conèixer una publicació sobre l’Alumbramiento de aguas potables.Gerona.
El context de crisi econòmica de tota l’etapa republicana va convertir el tema de l’atur en una qüestió capital i va ser objecte de preocupació, interès i decisions per parts dels ajuntaments que endegaren polítiques per a combatre amb més o menys encert l’atur.
L’oposició regionalista es va preguntar per l’abast de la vaga de paletes en el Ple del 16 de juliol de 1931, i en el Ple del 7 d’agost es va suscitar un debat sobre quin paper havia tingut l’Ajuntament en la vaga i la negociació de possibles sortides.
Més endavant, però, començarien les propostes dels regidors republicans, primer amb una de Pompeu Pascual en el Ple del 15 d’octubre a favor de la rehabilitació d’edificis com a camí per a fer front a la crisi del sector de la construcció. El tema faria fortuna perquè en el Ple del 22 d’octubre és Dalmau qui proposa avançar en la definició d’un padró sanitari d’habitatges per barris, un inventari de pous negres i unes propostes de sanejament. Mentre que el regidor Ribas en el mateix pla proposava de fer un padró dels sense feina.
Més endavant, en el Ple del 26 de novembre de 1931 que presidí Miquel de Palol “La presidència donà compte de que com a resultat de l’estadística d’obrers parats, en qual estat es troben desgraciadament molts i esforçant-se en remeiar tot quan sigui possible aquest problema s’havia donat treball a la brigada municipal a 25 obrers i s’esperava donar-ne a 25 més la setmana entrant, prenguent en compte per a cada cas informe de l’alcaldia de barri sobre situació de cada un a fi d’atendre els de major necessitat”. El 3 de desembre de 1931, en un Ple que presidí Miquel Santaló, es va donar lectura a un escrit de la Delegació Provincial del Consell de Treball recomanant que “en l’auxili dels obrers parats, es tinguin preferentment en compte els naturals de Girona”.
El 5 d’agost de 1932 es va fer un pas més, i més determinant, en aprovar-se per unanimitat una proposta de la Comissió central i de cultura “demanant que a fi d’endegar el problema de l’atur forçós a Girona es procedeixi a la formació d’un cens de parats referit exclusivament als naturals o antics residents a Girona, amb expressió de totes les circumstàncies com són les d’estat civil i nombre de fills, posin de manifest causes de lògica preferència i que per a completar la tasca es creï una Borsa Municipal de Treball per a totes les indústries i oficis, pel sosteniment de la qual es demani l’ajut moral i material a totes les corporacions i entitats patronals i obreres que són les més directament interessades en sostenir l’equilibri entre l’oferta i la demanda”.
El procés revolucionari i la dualitat de poders iniciats el juliol de 1936 va comportar uns canvis de gran transcendència, però segurament van donar peu també a problemes irresolubles per molt que la globalitat del poder exercit a l’escala local portés a pensar que els processos eren autònoms. Convé, esclar, relativitzar les crítiques tal com les formularia ERC després dels fets de maig de 1937 i un cop va recuperar els principals òrgans de govern de la ciutat, i Pere Cerezo ja fins els darrers dies de la guerra seria des del 8 de juny de 1937 l’alcalde de la ciutat.
En aquest Ple justament, el regidor Portas va plantejar un programa de govern de mínim que incloïa l’ajustament del funcionament de l’Ajuntament a la Llei, l’aprovació d’un pressupost ajustat, l’orientació de l’Ajuntament cap el règim de carta municipal, el manteniment dels acords de municipalització però amb adaptació de les ordenances, solucionar el problema de la construcció i seguir normes de bona administració.
En realitat, el setembre de 1937, l’Ajuntament edita un opuscle sobre tres mesos de govern municipal que és un compendi de la situació viscuda des de juliol de 1936. Seguim-lo textualment. “El moviment feixista provocat pels militars traïdors i la revolució social que en fou la immediata conseqüència crearen greus problemes de resolució urgent: atur forçós i endegament escolar”. Ja hem vist que l’atur venia de més enrere i que la situació s’havia anat deteriorant des dels primers anys trenta. Però “un nou Ajuntament continuador de les tasques del primitiu comitè antifeixista va creure equivocadament que la Municipalització de la Vivenda i de la Propietat Urbana podia solucionar els conflictes econòmics i vius del municipi. El gest de caire típicament revolucionari podia tenir una significació en l’esfera imponderable del pensament, però els efectes demostraren –i nosaltres ho previnguérem a temps en ple saló de sessions en ocasió d’una reunió memorable- que administrativament i econòmicament aquella decisió havia de portar conseqüències desastroses”.
Efectivament, en relació amb la crisi de la construcció i amb la municipalització del sòl i de l’habitatge resulta que a mitjan 1937 “L’Ajuntament controlava i responia de 9 paletes i 30 manobres afectats al pressupost de 1935; 28 paletes, 9 aprenents i 179 manobres incorporats després de juliol de 1936; 1031 obrers de les diverses seccions de control de la construcció, els quals, de resultes de l’acord de municipalització de la Propietat Urbana, treballaven per administració directa del municipi”. Per començar d’encarrilar les coses, però ja es veu que la dimensió de tot plegat en feia una enorme muntanya, el 24 de juny de 1937, l’alcalde Pere Cerezo va signar un conveni amb els apoderats de les seccions del ram de la construcció.
En realitat moltes de les previsions pressupostàries fetes per aquest consell ja no van poder executar-se com és el cas clamorós del Grup Escolar Prat de la Riba, punt àlgid de les esperances i la frustració col·lectives materialitzades sense solució de continuïtat.
Alternança i capacitat de proposta en el Ple. Les iniciatives de majories i minories
La dinàmica entre plens i comissions de govern convertia sovint el Ple en un àmbit propositiu d’iniciativa espontània i individual o política si estava preparada per la iniciativa de conjunt d’un grup. Govern i oposició marcaven l’agenda política en els plens i situaven el debat més en les polítiques sectorials i socials els republicans, i més en les d’infraestructures i les qüestions pressupostàries els regionalistes. Mesures d’equitat per part d’uns, mesures de disciplina pressupostària els altres. Més enllà dels grans temes recurrents en matèria d’educació, aigües potables, proveïment higiènic de llet, atur o habitatge.
No vull passar per alt en aquest context dues propostes concretes, una de fora i l’altra interna. El 7 de maig de 1931 l’acta certifica que “Va passar a la comissió corresponent un escrit de la Direcció General d’aeronàutica interessant l’establiment d’un camp d’aterratge que podria finalment convertir-se en aeròdrom mitjançant les normes que s’acompanyaven. El Sr. President donà algunes explicacions sobre les gestions iniciades en dit assumpte mercès a l’interès i bona voluntat del capità d’aviació senyor Merino”.
La interna fa referència a l’acord de l’11 de juny de 1931, en el qual a proposta de la presidència “s’acordà establir un parell de barraques de forma provisional i senzilla, prop del Ter, i tres o quatre casetes individuals per a banyistes i posar-hi la vigilància d’algun peó per a evitar qualsevol desgràcia”.
Els banys del Ter, tan lluny avui en el record, i la primera promesa d’un aeròdrom, que és un antecedent notable de l’aposta que finalment han fet les nostres comarques en aquesta matèria. La cronologia a vegades ajuda a relativitzar uns fets i a situar-ne uns altres en la seva justa perspectiva.
La capacitat de proposta en els plens es va mantenir sempre i amb capacitat alternativa des del govern i des de l’oposició, des de la majoria i des de la minoria, com es fa ben palès en tots els camps i en tots els moments. Assenyalem dues propostes que neixen en el si de la majoria republicana i que es transmeten directament al Ple. La primera correspon al Dr. Pompeu Pascual que, en la sessió del 7 de maig de 1931, planteja la necessitat d’inspeccionar les fàbriques de ciment de dins de la ciutat i que es multin o es tanquin segons el resultat de la inspecció. Més tard, l’onze de setembre de 1931, es presenta al Ple un informe de l’arquitecte i de l’enginyer municipals sobre la situació de seguretat i higiene de les fàbriques de ciment del senyor Josep M. Pérez Xifra als carrers de Pau Casals i de la Indústria, fet que provoca el recordatori del Dr. Pascual indicant que ell ja ho havia plantejat amb anterioritat. Per la seva banda, en el Ple del 21 d’agost de 1931 es va presentar la proposta de la Comissió de Foment “indicant la necessitat de construir un hivernacle al jardí de la Devesa a qual fi s’encarregui a l’oficina tècnica la confecció de l’oportú projecte”. “Amb aquest motiu el Sr. Rahola va recordar la prioritat d’una petició per ell formulada de que es construís en el propi lloc un colomar”.
D’un altre abast va ser la proposta que va venir dels rengles de la minoria regionalista a l’oposició, i que també es va presentar al Ple del dia 21 d’agost de 1931, quan els regidors Tomàs, Bonmatí, Valls i Vila plantegen la urgència de la seva proposta en el sentit d’adreçar-se a la Direcció General de Presons demanant que es declari la inutilitat de l’edifici que es feia servir de presó, demanant la inclusió d’un dossier fotogràfic, insistint en la necessitat que el Col·legi d’Advocats s’hi impliqui i plantejant la necessitat d’acabar amb aquesta vergonya. El Ple féu seu, per unanimitat, l’acord felicitant-se totes les parts per la coincidència en els plantejaments. Un temps després, en la sessió del 28 d’octubre de 1931, l’alcalde Miquel Santaló donarà compte de la seva entrevista amb Victòria Kent, directora general de Presons, que va comprometre per al pressupost de 1932 una partida de 75.000 pessetes per començar a abordar la qüestió.
De forma alternativa a partir de les eleccions de gener de 1934, la minoria republicana des del primer dia mateix faria propostes alternatives, com en el cas de l’estructura de les comissions i deixant ben clar el regidor Sr. Dalmau “que la minoria republicana no es proposava fer crítica negativa sino obra constructiva per a cooperar a l’estructuració de la nova Girona, en compliment del deure cívic d’un partit que aspira a governar”. Així, pocs dies després, en la sessió del 4 d’abril de 1934, la minoria republicana fa la proposta per a la creació d’una comissió “assenyalant la necessitat d’eixamplament del terme municipal de Girona”, que hem analitzat de forma específica abans. O encara amb un valor més profund, la proposta que la mateixa minoria republicana plantejaria en el Ple del 2 de maig de 1934 en matèria d’habitatge i d’ordenances d’edificació, urbanització i “adecentament”, que seria assumida pel President.
La transversalitat alternativa també apareixeria en els temes relacionats amb el sanejament i l’embelliment i neteja dels rius de la ciutat. Així, a la sessió del 2 de maig de 1934, “el Sr. Dalmau felicità la presidència per la cura i manteniment de la faixa de verd en les vores de l’Onyar, cura que estimà constituïa una rectificació d’actitud de la minoria i premsa regionalistes durant el govern de l’anterior Ajuntament. Remarcà l’èxit de la finalitat perseguida amb dites faixes en la netedat del riu i demanà que s’estudiés la seva extensió al trajecte corresponent a la Biblioteca Municipal”. I així era en part, ja que l’endegament de l’Onyar i la neteja dels rius, la preocupació pel llançament indiscriminat d’escombraries, sobretot a l’Onyar i el Galligants, apareixerien, sovint, en els debats del mandat anterior, com per exemple en la sessió del 17 de març de 1932, amb diverses peticions d’intensificació de la vigilància en els dos rius esmentats. Però el centre de la polèmica a què fa referència el regidor Dalmau l’any 1934, cal anar-lo a buscar en la sessió del dia 29 de juliol de 1932, en què davant la proposta de dedicar algun romanent pressupostari a algunes obres menors d’embelliment de l’Onyar, el regidor de la minoria regionalista Manel Bonmatí va plantejar que “tota obra a executar al riu Onyar deuria obeir a un pla general i definitiu d’urbanització i sanejament que es podia anar realitzant paulatinament per aquest Ajuntament i els veniders”. La despesa puntual fou sotmesa a votació i aprovada per nou vots a favor i quatre en contra.
Cal dir, però, que en aquells moments les tasques de sanejament i els projectes per a la construcció d’un col·lector central al riu es plantejaven simultàniament i de forma separada.
Girona i el seu territori
La Governació de la ciutat s’ha de relacionar necessàriament amb el seu territori i, fins i tot, amb el coneixement dels antecedents històrics que sempre han propiciat una dialèctica alternativa d’etapes d’obertura i tancament segons la conjuntura i les etapes històriques. La ciutat fortalesa i la ciutat mercat. Girona i les vil·les de la via Augusta, la ciutat entre miliaris, i la ciutat dels tres castells. La ciutat recurrentment assetjada i la ciutat de la mitja llegua que ha estudiat detalladament Narcís Castells.
És, doncs, fins a un cert punt natural que aquest fos un tema de preocupació real per a la governació de la ciutat, sobretot si es té en compte que la fragmentació del mapa municipal havia deixat Girona amb un terme estricte molt limitat i amb anomalies flagrants com la discontinuïtat territorial amb el Pont Major o el fet mateix que els cementiris de la ciutat es trobessin en termes veïns.
La qüestió venia de lluny i s’havia plantejat de forma molt evident a l’època de la Restauració. Així, del 28 d’octubre de 1888 fins el 6 de juny de 1889, Santa Eugènia fou annexada a Girona responent a una petició del mateix Ajuntament de Santa Eugènia. Però la decisió va comportar divisió entre partidaris i detractors de la solució i, finalment, com explica Emili Grahit a les seves memòries, el fet que l’annexió comportés una equiparació tributària entre les propietats de Girona i les de Santa Eugènia va esdevenir un argument definitiu a favor dels partidaris de deixar les coses com estaven abans de l’annexió. La petició de resoldre l’‘anomalia’ s’aniria reiterant.
En aquesta etapa que ens ocupa (1931-1939), el tema va saltar molt aviat a la palestra del debat municipal. Així, tan aviat com en la sessió plenària del dia 17 de març de 1932, que presidia Miquel de Palol per absència de Miquel Santaló, “El Sr. Rahola demanà que s’iniciés el més abans possible l’expedient d’agregació de termes veïns”.
Calgué insistir-hi en la nova etapa de govern regionalista després de les eleccions de gener de 1934 i, així, la minoria republicana formulà la corresponent petició en el Ple del dia 4 d’abril de 1934 on “s’acordà per unanimitat la designació dels senyors Gispert, Cervera, Camps, i Tarrés per a constituir sota la presidència del senyor alcalde la Comissió especial d’estudi per agregació de termes municipals veïns”.
Durant la guerra el tema va accelerar-se i amb la Llei municipal a la mà varen proliferar les iniciatives que comportaven un cert esperit de mancomunació i cooperació territorial dels municipis del pla de Girona. Així consta a l’Arxiu municipal un conjunt de documentació que inclou l’expedient per a la creació a la Mancomunitat de municipis de la comarca del Gironès i, molt especialment, una pionera “Associació de Municipis del pla de Girona” que, a l’empara de l’article 16 de la Llei municipal de Catalunya, integrava els municipis de Girona, Palau Sacosta, Santa Eugènia de Ter, Salt i Sant Daniel, amb l’objectiu de mancomunar serveis de transport, salut, escombraries, sanejament, abastament d’aigua potable, bombers, serveis tècnics i serveis de cultura, i en primer terme la “Formació d’un pla urbanístic de conjunt que harmonitzi en un tot orgànic totes les poblacions del pla de Girona”.
Però finalment l’expedient que més va avançar tot i que quedaria interromput un temps pel desenllaç de la Guerra Civil és el que consta com a “Agregació al terme de Girona de territoris de Pla de Ter, Vall de Gallegans i Palau Sacosta”. Així, en la sessió de la Comissió de Govern del dia 2 de desembre de 1937, amb assistència de l’alcalde Pere Cerezo Hernàez i els consellers regidors Rafael Portas i Burcet, Lluís Busquets i Ventura, Josep Maria Dalmau Casademont i Joaquim Morillo i Vinardell, aprova la corresponent “Memòria justificativa” que és elevada al Ple de l’Ajuntament del dia 27 d’agost de 1937, amb una proposta formulada per l’alcalde Pere Cerezo i que comporta “Modificar el terme de la immortal ciutat per agregació total del municipi de Pla de Ter i agregació total o parcial dels de vall de Gallegans i Palau Sacosta donada la continuïtat d’edificacions i formació d’un sol conjunt urbà amb Girona”, en aplicació dels preceptes dels articles 7 i 11 de la Llei municipal de Catalunya “a l’objecte de corregir l’anomalia i anacronisme del territori municipal gironí”. Amb data 30 de desembre de 1937, l’alcalde Pere Cerezo presenta davant del conseller de Governació de la Generalitat la petició corresponent: “Suplico, us serviu admetre el present escrit, memòria i croquis i certificació que s’acompanyen, ordenar s’instrueixi expedient d’agregació al terme municipal de Girona de la totalitat dels territoris dels Municipis de Pla de Ter, Palau Sacosta i Vall de Galligans per formar un sol conjunt urbà i en definitiva seguit el procediment reglamentari corresponent acordar, o si així és procedent, interessar de la Cambra legislativa, l’aprovació de la incorporació a Girona dels termes municipals indicats”. La memòria justificativa que hem esmentat era encara més taxativa i concloent “Girona no demana es concedeixin els mitjans legals per engrandir-se: reclama que es reconegui el fet notori d’ésser ja engrandida, i això perquè la conveniència i justícia de la petició es deriva del fet que la unió dels pobles i la confusió dels límits s’ha realitzat abans d’ésser autoritzades”.
“Careixen de condicions morals i legals de defensa els que s’oposin a l’evidència. Reconeguda la proximitat i confusió d’edificacions és innegable l’existència de problemes idèntics de circumstàncies anàlogues que, repetim, exigeixen règim jurídic administratiu també anàleg. Perduda la personalitat pròpia i definida per la confusió de determinats nuclis urbans que formen un sol conjunt, s’adquireix fisonomia similar, exacta, harmònica que ha de superar els petits interessos en presència de les enormes avantatges i beneficis considerables que ha de produir l’agregació dels territoris que per disposició de la realitat i de la Llei han de ser objecte de tal. La petició és viable, la resolució és automàtica”.
És sabut que la materialització d’aquestes agregacions no es produiria amb plenitud fins als anys seixanta, però el cert és que gairebé sense solució de continuïtat l’Ajuntament que presidia Albert de Quintana Vergés va aprovar un expedient similar en el Ple que es va celebrar el dia 9 de maig de 1944.
Finalment, l’annexió de Sant Daniel,Santa Eugènia de Ter i Palau Sacosta es materialitzaria amb un decret del 20 de desembre de 1962. Més endavant, l’Ajuntament iniciaria l’expedient per a l’annexió de Salt, Sarrià de Ter, i parts de Sant Gregori (Taialà i Sant Ponç) i de Celrà (Campdorà) el 9 de desembre de 1965, amb l’aspiració de passar encara dels 29,10 km2 a 44,71. El Decret d’aquesta annexió arribaria el dia 16 d’agost de 1968, però el recurs davant el Tribunal Suprem interrompria el procediment l’11 de juny de 1969, si bé finalment el mateix Tribunal Suprem sancionaria les annexions amb una sentència del 12 de març de 1974.
És ben conegut que en els casos dels ajuntaments de Salt i Sarrià de Ter aquesta sentència mantindria els dos municipis integrats a Girona fins que l’expedient de segregació culminaria el 1983 amb la recuperació de la independència.
El nom fa la cosa
Els canvis de sistema polític i també electoral tenen sempre la seva rellevància i més encara en aquests temps d’acceleració. Hi ha algunes qüestions que no entendríem fora de context i si ens les miréssim amb els paràmetres actuals. Convé, doncs, de recordar que abans de la segona República el sistema electoral tenia algunes limitacions i el sistema de representació municipal havia sofert variacions que, més enllà dels mecanismes estrictament electorals, consideraven les qüestions de renda i propietat. La Dictadura havia primat aquests mecanismes i si bé el procediment electoral es va democratitzar, les eleccions municipals d’abril de 1931 que adquiririen un caire plebiscitari ho foren encara sense la incorporació del vot femení que sí s’hauria incorporat ja del tot en les eleccions municipals de gener de 1934. Ens en fem o no el càrrec, aquestes foren les darreres eleccions municipals fins les d’abril de1979. Apartir de juliol de 1936, com hem explicat, els mecanismes de representació municipal es van veure alterats pel procés revolucionari i per la reacció a l’aixecament militar de juliol d’aquell any. El paper dels comitès entesos com a doble poder, o sovint com a únic poder, fins la tardor d’aquell any va produir, de fet, una intervenció del poder municipal que seria reconstituït i rehabilitat pel Govern de la Generalitat amb disposicions successives que tractarien d’equiparar els governs locals a la composició unitària del Govern de la Generalitat, en la forma i en els termes que explica José Luís Martín Ramos.
Les sessions sovint se celebraven en segona convocatòria, si bé en algunes ocasions es van celebrar el dia de la primera convocatòria. Més d’una vegada, la durada de la sessió obligava a interrompre la sessió per anar a sopar i es reprenia passades les deu, un cop superat el parèntesi reparador. En una ocasió, la sessió no va tenir cap tema a l’ordre del dia i tota la sessió es va dedicar a precs i preguntes. Era freqüent la substitució de l’alcalde per l’alcalde accidental i, més d’una vegada, amb caràcter successiu per tal de respectar les vacances dels tinents d’alcalde.
Un cop establerta la República de forma immediata es va procedir a adequar el nomenclàtor ciutadà. Així, la sessió del 23 d’abril de 1931 ja va acordar el canvi de nom de plaça de la Constitució per plaça de la República, també es va acordar dedicar un carrer a Ferràndiz i Bellés i la supressió de l’avinguda d’Alfons XIII i dels jardins de la reina Victòria al passeig i jardins de la Devesa.
A la sessió del 3 de maig es veié un escrit de l’Ateneu de Girona demanant un carrer per a Joan Maragall, i a la del 7 de maig de 1931 es veié la petició dels veïns de la ronda de Ferran Puig que demanaven el canvi de nom del carrer pel d’“Avinguda del català Joffre, mariscal de França”. No es prengueren acords en aquest sentit, que arribarien, en part, uns dies més tard.
És el que concretaria la sessió del 28 de maig de 1931, que prendria l’acord de donar el nom de Joan Maragall al carrer del Pare Claret, “a la plaça del final d’aquest carrer que haurà de resultar per demolició de la muralla”, el de Pérez Galdós. El carrer de Sant Francesc passaria a denominar-se de Pau Casals, el passeig de Sant Francesc es diria de Galán i García Hernández, el carrer de les Canteres seria el de Ferràndiz i Bellés i, finalment, la travessia del Carme es dedicaria al Dr. Josep Pascual i Prats.
En aquesta mateixa línia, però amb caràcter més general, el Ple del dia 28 d’agost de 1931 va acordar la retolació en català de la totalitat de la ciutat amb voluntat d’exemplaritat i d’homenatge a la llengua catalana. Un any més tard, a la sessió del 2 de setembre de 1932 que presidia Palol, “El Sr. Bonmatí va recordar que malgrat haver transcorregut més d’un any de l’adopció de l’acord per tal de retolar en català tots els carrers de la ciutat, aquesta és l’hora que no ha estat executat, interessant, ara, doncs, s’hi procedeixi urgentment”.
Més endavant, el Ple del 26 de novembre de 1931 que presidí Miquel de Palol com alcalde accidental, va tenir coneixement d’un telegrama de Miquel Santaló on donava compte que el ministre d’Hisenda havia llegit a les Corts el Projecte de llei de cessió de baluards. Això féu que en la sessió del 3 de desembre de 1931, que presidí Santaló, s’acordés “donar el nom de Manuel Azaña a una de les vies obertes de l’enderroc de baluards”.
Per la seva banda, el regidor Darius Rahola havia insistit diverses vegades per tal que es fes un homenatge i es dediqués un carrer a Ignasi Iglésias. En la sessió del 10 de desembre de 1931 hi insistí i “recordant les seves mocions per a restablir en algun carrer el nom d’Ignasi Iglésias, demanà es dongués en definitiva aquest nom al parc de Montjuich. Passà a la Comissió corresponent”. Trigaria encara, però finalment la insistència de Rahola portaria el nom del dramaturg a l’emblemàtica escola de Pedret que s’inauguraria el setembre de 1933.
En el Ple del 9 de febrer de 1932, el regidor Dalmau proposà que es rebategés la plaça dels Lledoners com a plaça de Santiago Rusiñol. En la mateixa sessió, el regidor Sr. Ribas va recordar que hi havia pendents homenatges als Srs. Joaquim Botet i Sisó i Xavier Montsalvatge.
Per altra banda, el Ple del 3 d’octubre de 1934 va veure la proposta de “donar a una via pública el nom de Francesc Macià, primer president de la Generalitat recobrada” i que “s’honori a l’il·lustre patrici donant el seu nom a la plaça del Carril que en l’actualitat és objecte de reforma”. La petició es va traslladar a la Comissió de Govern.
A finals de 1938, quan ja tot semblava inevitable, la ciutat faria encara alguns actes de fe en el futur i la utopia. Una mica abans, amb el projecte de l’escola Prat de la Riba, que comentarem més endavant, i que era el compendi de tota una filosofia pedagògica. L’altra, amb un caire més simbòlic, situava la utopia en un somni a punt d’esfondrar-se; la Comissió de Govern del dia 10 de novembre de 1938 escolta una exposició abrandada del regidor Rafael Portas, remarcant “L’apadrinatge que és objecte Girona per part dels amics de Suïssa és el gest magnífic que guanya l’excelsitud dels sentiments de solidaritat humana positiva i d’efectiva generositat amb les constants trameses regulars de queviures per a la infància i vells d’aquesta població”, trameses, també, de roba i una ràpida acció per a combatre l’epidèmia de diftèria que s’havia declarat. Per tot això proposa canviar el nom de la plaça del Marquès de Camps, per plaça de Suïssa i el de la carretera de Santa Eugènia per “carrer de Ginebra”. Finalment, el Ple de l’Ajuntament del 30 de desembre de 1938 va prendre l’acord de donar el nom de Jardins de Suïssa al jardí central de la Devesa i el d’avinguda de Ginebra a la carretera de Santa Eugènia. La civilització federal i solidària d’un país lliure no resistiria les escomeses d’una societat dominada per la reacció i el respecte als vestigis de la societat estamental. A la guerra també es jugava això.
Rafael Masó. Urbanisme i ciutat. Centre històric i passeig Arqueològic
A principis del segle XX hi havia a Girona petits grups culturals que vibraven amb les pedres de la ciutat, miraven als moviments intel·lectuals que es definien a Barcelona i iniciaven el seu propi combat per la transformació de la ciutat. Els estudiants gironins descobrien, a Barcelona, un món totalment nou i si bé molts ja no tornaven els que ho feien, en un intent de seguir lligats a la terra que els havia vist néixer, connectaven amb els moviments culturals locals, amb les revistes que es creaven, amb l’activitat lligada als Jocs Florals. Seguien de prop les passes del modernisme i després del noucentisme, i estaven atents als moviments del catalanisme polític que es proposava un programa de regeneració i de construcció nacional.
Alguns decidirien portar aquestes idees al terreny de la gestió municipal i fou amb aquest esperit que en les eleccions parcials municipals de 1915, 1917, 1920 i 1922 es va anar decantant el consistori gironí cap a la presència de regidors republicans i regionalistes, que arribaven amb un esperit renovador. Concretament en les de 8 de febrer de 1920 coincidí l’aliança de les forces de la Lliga Regionalista i dels republicans federals, i Rafael Masó i Valentí i Joaquim de Camps i Arboix foren elegits per la mateixa candidatura pel districte tercer. Rafael Masó fou regidor de 1920 fins a 1923, quan la Dictadura va suspendre els ajuntaments, i va recuperar el lloc de regidor al febrer de 1930 fins a les eleccions del 12 d’abril de 1931. Fou en aquesta etapa municipal que Masó va desenvolupar una gran tasca en el terreny de l’urbanisme i de la rehabilitació del Barri Vell, va promoure una revisió de les ordenances d’alineacions i rasants, i va assolir la seva aprovació al febrer de 1922. Es trencava amb un criteri homogeneïtzador i desvirtuador i s’adoptava el criteri modern de respecte de la trama urbana i de conservació dels valors històrics i arqueològics que acompanyaven aquesta trama. Amb aquest criteri promogué el 1930 (28 de novembre) la proposta d’estudi d’un passeig arqueològic, que fes el recorregut del perímetre de la muralla carolíngia de la ciutat, des de la plaça de les Sarracines fins el portal de Sant Cristòfol i la Torre Gironella. L’acompanyaven i l’empenyeren en aquesta idea, entre d’altres, Carles Rahola i Josep de C. Serra i Ràfols. Aquest darrer, que va treballar a Girona fent l’estudi de les muralles romanes de la ciutat, l’any 1930 formulà una proposta concreta en l’article “A Girona”, a la revista La Nau de 2 de desembre de 1930, en el qual proposava “la neteja del camí que ressegueix les muralles que duen a la Torre Gironella, com a futur passeig Arqueològic”. En realitat, Serra Ràfols escriu a Rahola una carta el 4 de desembre de 1930, on li diu: “Li envio l’article promès a La Nau sobre Girona. Ara, vostè amb molta més perfecció, pot insistir des de La Publicitat i, si aconseguim alguna cosa, haurem contribuït a fer una obra interessant i que, dintre de la seva enorme senzillesa, serà una cosa bellíssima”.
No és gens estrany, doncs, que la idea que ja havia promogut el 1930 i que bullia al cap de Masó, des de feia temps, esdevingués més que una idea quan després de les eleccions de gener de 1934 obtingueren la majoria a l’Ajuntament els regionalistes amics seus. Serra i Ràfols contesta una carta de Masó i li diu que “el que em dieu del Passeig Arqueològic, ja sabeu, ho trobo admirable, i per la nostra part estem a la disposició de l’Ajuntament en tot el que puguem: informes, propaganda, etc” (6 d’abril de 1934). Masó insisteix i Serra i Ràfols li diu el 22 de juny de 1934: “He llegit el vostre document sobre el Passeig Arqueològic de Girona, que trobo molt bé en totes les seves parts, i que us retorno interclús” (document de 1931). L’Ajuntament li encarregà un avantprojecte, que proposà el 1935 i que va donar peu a unes primeres obres elementals suspeses arran de l’esclat de la Guerra Civil.
És possible també que la mort sobtada de Masó, l’any 1935, contribuís a aturar els treballs que s’havien iniciat. Amb tot, durant la Guerra Civil hi hagué diversos intents de continuar els treballs com ho demostren les actes de la “Comissió del Patrimoni Artístic i Arqueològic” que figuren al volum del període 1918-1938 de les actes de la Comissió de Monuments. Aquesta comissió, que presidí Miquel Santaló com a delegat de la Comissaria delegada, va desenvolupar les seves tasques de salvament i ordenació del patrimoni entre el 12 de setembre de 1936 i el 12 de març de 1938. Així, en la sessió del 2 de gener de 1937 es discuteix un informe que s’havia redactat a proposta de Francesc Riuró en la sessió del 24 d’ octubre de 1936 per adreçar a l’Ajuntament tot demanant la col·laboració econòmica del municipi als treballs de la Comissió. Un cop discutit “s’acorda refer l’informe esmentat demanant solament l’ajut econòmic pel que fa referència als serveis elèctrics, i referent a la qüestió de monuments d’incumbència directa de l’Ajuntament, demanant la restauració de la capella de Sant Nicolau, que siguin continuats els treballs del passeig Arqueològic i la neteja i dignificació de l’església de Sant Feliu”. S’insisteix sobre la qüestió en la sessió del dia 16 de març de1937, ala qual assisteix el Sr. J.M. Dalmau, conseller de cultura de l’Ajuntament i se li demana “tingui en compte la qüestió de Sant Nicolau i urbanització dels terrenys de davant St. Pere de Galligans i continuació del Passeig Arqueològic. El conseller prega que se li adreci una comunicació demanant tot això esmentat. Així es farà”. L’acta del 22 de març recull la comunicació del Sr. Dalmau en el sentit que l’Ajuntament ha respost afirmativament a totes les qüestions que se li havien plantejat a través del conseller. I en aquesta mateixa sessió es dóna compte de la visita conjunta que havien fet el Sr. Subias i l’arquitecte municipal Sr. Giralt “pel que fa referència al Passeig Arqueològic, per veurer per on és més convenient reprendrer les obres”. Van visitar també Sant Pere i Sant Nicolau, la plaça de Santa Llúcia, l’ex-caserna de la Guardia Civil i “es traslladaren també a la plaça de Sant Feliu per veurer la casa que caldria enderrocar”. Sobre aquesta casa consta, en la sessió del 17 d’abril de 1937, que “el conseller de Cultura de l’Ajuntament, company Dalmau, diu que ha estat aprobada la petició de la Comissió, d’enderrocar la casa del centre de la Plassa de Sant Feliu, però que degut a la qüestió de la manca de pisos on s’haurien de traslladar les famílies que habiten la dita casa, l’enderroc no es farà pas immediatament”. La preocupació per la continuïtat del passeig Arqueològic queda recollida en la sessió del 3 de maig del 1937: “respecte al Passeig Arqueològic, el company Blanch diu que ha parlat amb l’arquitecte Giralt de l’Ajuntament i que varen acordar que la part del dit passeig que es troba relacionat més directament amb la Catedral, anirà a càrrec de la Comissió el seu arranjament i treballs corresponents”. Més endavant, en la reunió del 24 de setembre del 1937, es recull que “la comissió s’assabenta amb satisfacció que per part de l’Ajuntament i de la Comissaria de la Generalitat es reprendran els treballs al Passeig Arqueològic”. La dissolució de la Comissió i la mateixa guerra degueren mantenir, però, aturades les obres fins que ja molt després del final de la Guerra Civil reprendrien els plantejaments per a la continuació. Uns plantejaments que acabarien comportant un replantejament estilístic.
Però el reconeixement a la paternitat de Rafel Masó devia ser tan evident que, quan els serveis tècnics municipals prepararen, el novembre de 1954, un nou “Anteproyecto de Paseo Arqueológico” es remeteren als antecedents de l’any 1935: “Dicha aspiración… dio lugar en el pasado, a la formación de un croquis o anteproyecto concebido por el ilustre Arquitecto gerundense D. Rafael Masó Valentí, llegándose después y a base de dicho anteproyecto a iniciar unas obras de explanación en el sector anexo a las murallas, junto a la puerta y baluarte de San Cristóbal y a los Claustros de la Catedral, obras que se realizaron bajo los auspicios del Excmo. Ayuntamiento de Gerona a últimos de 1935 paralizándose algún tiempo después”. El nou avantprojecte, de novembre de 1954, fou sotmès l’any 1955 al tràmit de consulta institucional i s’hi constatava que “en el anteproyecto se ha recogido, en líneas generales, por estimarse muy acertado, el trazado diseñado por el Arquitecto D. Rafael Masó para la primera etapa del mismo…”. Aquest avantprojecte, que anava acompanyat de dibuixos i gràfics, respectava el traçat de Masó, però acabaria introduint criteris de major intervenció arquitectònica i de transformació paisatgística i monumental amb un gust i orientació molt poc de Masó.
La part realitzada del passeig Arqueològic fins els primers anys seixanta va estar tocada per criteris forans, com totes les intervencions que impulsava la Dirección General de Bellas Artes que, com en el cas de la famosa llotja de Sant Domènec, pervertien els espais i les formes i volums del Barri Vell de la ciutat amb la introducció de formes impròpies. Lluny d’un recorregut, d’un itinerari, d’un passeig esmaltat d’art i d’arqueologia es va promoure una actuació massa potent, en què les intervencions noves eclipsaven i diluïen els valors que es pretenia de ressaltar.
Avui, després de els actuacions posteriors a 1979, des del cos de guàrdia del portal de França fins al jardí de la Infància, el somni il·lustrat dels joves revoltats dels anys vint i els projectes, assenyats i ambiciosos alhora, de persones com Rafael Masó i Carles Rahola són finalment una feliç i completa realitat que, gràcies a la vegetació esponerosa i a l’adequada intervenció a partir dels primers vuitanta, va arraconar el barroquisme de les primeres intervencions dels anys cinquanta i seixanta. Aquest recorregut és ara, encara, com una gran novetat, el nervi d’una visió esglaonada de la ciutat antiga des de la muralla fins a l’areny de l’Onyar, que és la primera visió panoràmica i la millor introducció a la geografia i a la sociologia i història del recinte de la fundació romana de Gerunda i els seus desenvolupaments medievals.
La promoció de la ciutat. La Fira Comercial i Agrícola, 1932-1935
Els nous governants de la majoria republicana i els de la minoria regionalista havien contrastat i conciliat molts dels seus punts de vista a l’Ajuntament immediatament abans de la Dictadura i en el curt període de 1930 i 1931. Com hem vist, algunes de les polítiques que assumeixen amb plenitud els republicans de 1931 tenien arrels en l’etapa anterior, com és el cas de la política de construccions escolars, la de rehabilitació del centre històric, la de sanejament i millora de la llera dels rius de la ciutat i, molt especialment, l’Onyar i el Galligants, i fins i tot la d’habitatge. En part, esclar, per inspiració de regidors republicans o regionalistes que ja havien passat per l’Ajuntament i hi continuarien després de la proclamació de la República, repetint en les eleccions corresponents, com és el cas de Darius Rahola. Calia, doncs, fer de Girona una ciutat moderna i atractiva, capaç de captar forasters, d’atraure visitants i amb força per fer de la seva capitalitat una realitat turística, cultural, econòmica i comercial.
És amb aquest ànim que el 1932 un grup de particulars amb el suport del regidor Ermengol Vilardell organitzen i promouen la I Fira Comercial de Girona. N’és director Lluís Bota i Vila i directors artístics i dissenyadors Josep Colomer i Francesc Gallostra.
Aquesta primera edició, que havia de néixer de la iniciativa privada, va donar lloc a algun debat en el Ple de l’Ajuntament, sobretot en la sessió del dia 7 d’octubre de 1932, poc abans de la celebració de les Fires de Sant Narcís i de la primera edició d’aquesta Fira. Així, el regidor de la minoria regionalista Francesc Tomàs “manifestà que s’havia vist sorprès per la propaganda d’una fira de mostres en aquesta ciutat amb una cooperació per part de l’ Ajuntament de què aquest no tenia notícia. Li semblà en principi excel·lent el projecte però entengué que havia de ser el propi ajuntament qui el realitzés. El Sr. Vilardell digué que la Comissió central havia procedit en ús del vot de confiança que se li atorgà en sessió anterior, d’acord amb els iniciadors del projecte, entenguent que aquest requeria un treball de què l’Ajuntament no podia disposar i fent present que en la propaganda dels periòdics es fa constar la col·laboració municipal” (foli 191 recte. Manual d’Acords, 1931-1932). En realitat hi havia unanimitat en l’oportunitat de la iniciativa i només quedava per concretar més la col·laboració municipal com succeiria en les tres edicions posteriors.
La revista Activitas, òrgan del Bureau Internacional de expansión del comercio y de la industria li dedica un monogràfic el mes de novembre de 1932, en el qual es reprodueixen les opinions del Sr. J. Grant i Sala, director de la Fira de Barcelona i, en l’àmbit gironí, de Josep M. Dalmau Casademont, alcalde accidental; José García Álvarez, president de l’Associació de la Premsa; Joaquim Pla i Cargol, Esteve Solés i Torrent, president de la Cambra oficial de Comerç i Indústria de Girona; Frederic Pérez Claras, secretari de la Societat Econòmica d’Amics del País; Joaquim Franquesa, secretari de la Cambra de Comerç, i recull també un article sobre ‘La vida en la primera Feria comercial de Gerona (Apuntes para un dietario de impresiones), amb novetats de tota mena, la iniciativa d’un diari radiofònic de la Fira i el recull dels principals estands, amb un disseny i una qualitat i innovació que encara ara apunten a una considerable modernitat de concepte.
És el que es palesa en la II Fira, ara ja Comercial i Agrícola de 1933, on el catàleg oficial ens assabenta ja, que aquest cop la Fira compta amb el patronatge de l’ Ajuntament. La dirigeixen les mateixes persones, però un Patronat integrat per l’Ajuntament, la Cambra de Comerç, la Cambra Agrícola, l’Associació de la Premsa, el Col·legi d’agents comercials, la Comissió organitzadora de la I Fira i tres representants dels expositors de la I Fira. El catàleg de la III Fira, de 1934, concreta ja més el Comitè executiu, que presideix Estanislau Aragó Turon, conseller regidor de Cultura i en el qual hi participen Darius Rahola Llorens, Josep M. Viñas Deutaner, Rafael Serra Freixas i J. Malagelada Figa. I també Esteve Solés, president de la Cambra; Miquel Planas, president del Col·legi d’agents comercials; Emili Triadú, president del Foment del Turisme; Josep M. Busquets, president de l’Atracció de Forasters; Josep Mª Clarà, representant del Diari de Girona; Josep M. Dalmau Casademont, representant de l’Autonomista; Josep Colomer i Francesc Gallostra com a membres de la Comissió d’ornamentació i construcció, i finalment Eliseu Castells Mata com a organitzador del catàleg oficial. Hi consten 45 estands, repartits entre estands i parcel·les.
Narcís-Jordi Aragó ens ha explicat la implicació del seu pare, Estanislau Aragó Turon, en les Fires de 1934 i 1935 com a president del Comitè executiu, la preocupació per la situació crítica de l’economia, la confiança en la vocació de treball i emprenedoria de la societat gironina, i l’esperança en un futur millor. Però 1936 marcaria una frontera en moltes de les expectatives dels programes reformistes de la societat gironina, i la guerra i la postguerra consumarien la prostració d’una etapa molt llarga. Passarien molts anys abans no es pogués reprendre el fil.
La política educativa i cultural. De la realitat a la utopia: De l’Ignasi Iglésias al Prat de la Riba
Els governs municipals atorgaren en aquesta etapa una importància molt singular a l’educació; a la força transformadora i cohesionant de l’educació. Els símbols emblemàtics foren les noves escoles, els edificis i la seva brillant inserció en el panorama urbà de la ciutat. Però més encara que la materialització de les escoles va adquirir una especial rellevància el sentit de la pedagogia, la innovació i renovació pedagògiques, els nous mètodes, la introducció de la pràctica esportiva, de les recomanacions higièniques, del coneixement del medi i del territori. L’acte educatiu era vist en la seva globalitat i hi tenia un paper reservat, també, l’activitat de lleure, canalitzada per les colònies escolars. Tot això venia d’una forta tradició del magisteri gironí, d’alguns exemples molt emblemàtics, i de la tasca desplegada per l’Escola Normal de Girona, que tant bé ha estudiat en Joan Puigbert. En aquest sentit cal deixar clar que els antecedents es remunten, molt clarament, a abans dels governs republicans i que en el cas de la ciutat de Girona cal anar a buscar les arrels més clares en les escoles que es crearen en la primera dècada del segle i, molt especialment, la construcció i inauguració del Grup Escolar (1908-1911), on Josep Dalmau Carles hi assajaria el nou model de l’escola graduada com a superació del vell model de l’escola unitària que atribuïa a cada professor o mestre el conjunt d’una anomenada ‘escola’. Fins i tot en la política de construccions escolars hi ha antecedents anteriors al període republicà, sovint a proposta de regidors republicans i, evidentment, adquirint un renovat impuls a partir de 1931.
El simbolisme màxim l’hem de situar entre l’escola Ignasi Iglésias, inaugurada el 3 de setembre de 1933, i la primera pedra de l’escola Prat de la Riba, col·locada el dia 24 de juliol de 1938. Els presidents Macià i Companys presidiren, respectivament, els dos actes. El primer marca el moment àlgid, el punt culminant, la materialització d’una realitat emblemàtica idealitzada com un somni de transformació i igualtat en el programa de Fires de 1932, amb infants joiosos assenyalant des del pla la muntanya de Montjuïc i la nova escola. De la realitat esclatant a la frustració del somni és el camí recorregut, perquè la primera pedra de l’escola Prat de la Riba es converteix ja en un acte de fe i la proximitat del final de la Guerra Civil ho redueix a una quimera.
El sentit pedagògic i social de l’escola de Pedret, a Montjuïc, era subratllat pel mateix Ajuntament en l’opuscle de la inauguració: “Escola destinada, especialment, als infants del barri de Pedret, barri humil i menestral. I que portarà com annexe obligat una cantina suficient per a 100 alumnes. Així les famílies obreres d’aquella barriada gironina, a més de sentir la joia de veure com llurs fills s’eduquen en una escola en res avantatjada per les més luxoses dels potentats, podran deixar els infants des del matí fins al vespre a la residència escolar…”.
El President Companys a l’acte de les Pedreres hagué d’assenyalar el context més dramàtic del moment: “No volem que neixi en el cor dels infants un sentiment d’odi i de rencor, sinó un sentiment de pau, de bondat, de generositat, de justícia. Fem la guerra per defensar-nos de la guerra que ens fan els que ens han envaït. Fem la guerra contra la guerra. Fem la guerra per defensar la pau, per salvar l’ànima del nostre poble, de la nostra magnífica Catalunya.”.
És del tot evident el camí recorregut i les dificultats creixents. Cal subratllar, però, l’esforç ingent fet per l’Administració per capgirar una situació que s’arrossegava des de feia temps i que maldava per solucionar amb propostes homologables les condicions desiguals i limitades del mapa escolar de la ciutat. A partir del balanç que en feia Carles Rahola per l’any 1929, any de l’edició de La ciutat de Girona, Rosa Moret, Salomó Marquès i Albert Teixidor han dreçat el quadre comparatiu establint el còmput del que va representar l’aportació de la República en la modificació del panorama escolar de la ciutat.
Així, citant directament de L’Autonomista del 2 de juliol de 1934 podem afirmar que a la ciutat de Girona, els primers anys de la República veieren la creació de setze escoles, mentre que amb anterioritat la monarquia n’havia creat catorze. Les novetats principals foren, el Grup Ramon Turró (col·legi Verd) (graduada de noies i pàrvuls), el Grup Ignasi Iglésias (Montjuïc) (graduada de nois i graduada de noies), l’escola del Pont Major (unitària de nois i unitària de noies),l’escola de la pujada de Sant Martí (dues escoles unitàries de nois), l’escola del carrer Eiximenis (escola graduada de noies i escola unitària de noies).
Poc abans d’inaugurar la nova escola de Pedret, en l’opuscle que es va editar amb aquest motiu l’Ajuntament feia avinent les seves prioritats en matèria educativa i a tall de balanç concretava que “en el que porta d’actuació, ha aconseguit la creació de l’escola del Pont, ha inaugurat i obert el Grup ‘Ramon Turró’ al barri de la Mercè, ha iniciat la construcció de l’edifici destinat a Guarderia escolar, ha organitzat degudament durant les vacances aquests serveis de Guarderia i els ha estabilitzat durant els cursos a les escoles nacionals, ha afermat i subvencionat la sortida a l’estiu de les Colònies, ha concedit nombroses beques per a matrícules i llibres a alumnes menesterosos de la Normal i de l’Institut, ha establert un règim de beques universitàries per a estudiants aprofitats,etc.”.
El seguiment puntual del procés que va conduir a la construcció de la nova escola de Pedret pot ser una guia per veure l’esperit que inspirava els regidors municipals en les seves propostes. Així, ja en el Ple del dia 18 de juliol de 1930, es va aprovar la convocatòria del concurs per a l’adquisició de terrenys dedicats a una plaça mercat i a una nova escola que havia de localitza-rse entre “la subida de San Félix, la calle Sacsimort, la muralla y el puente del ferrocarril sobre Pedret y el rio Oñar”. El 31 d’octubre, el Ple coneix l’única oferta formulada per Joan Gironès, que proposa vendre a l’Ajuntament bé 2.187m2 per 4.000 pessetes o bé el total de la seva finca a Montjuïc de 14.288,73m2 pel preu de 8.500 pessetes. El Ple acorda la compra de la totalitat de la finca, que ratifica la Comissió de Govern el dia 14 de novembre de 1930. Més endavant, el Ple del 19 de desembre de 1930 pren l’acord de formalitzar la compra de 32 vessanes a Montjuïc, al costat de la finca de Joan Gironès, pel preu de 7.500 pessetes, tal com havia aprovat la Comissió liquidadora dels béns de Bienvenido Tor Mercadal. L’arquitecte municipal Ricard Giralt Casadesús rep l’encàrrec del projecte i arran de la compra de la segona finca, l’acord de Ple precisa que caldrà la “formación por el señor arquitecto jefe de un proyecto de parque-bosque de la Montaña de Montjuïc teniendo presente el emplazamiento de la escuela del barrio de Pedret y las posibilidades de determinados sitios de dicha finca para la construcción de habitaciones económicas que en armonía con el paisaje puedan constituir una orientación de casa barata”. Tenim, doncs, tres dels ingredients de les polítiques que es desplegarien en els anys següents: escoles, habitatge, i espais públics. Un bon compendi reformista per a una ciutat que volia mirar el futur amb ambició i sensibilitat social. Encara abans de les eleccions d’abril de 1931, en el Ple del 6 de febrer de 1931, s’acorda una modificació pressupostària de l’emprèstit amb 527.789 pessetes de baixa de la frustrada plaça Mercat sobre l’Onyar i es destinen 215.000 pessetes d’altes per escoles, 112.000 per a expropiacions a la via pública i30.000 al’ampliació i millora de les peixateries.
Giralt va presentar el projecte el 1932, les obres començaren el mes de març i a primers de setembre de 1933 ja es podia inaugurar l’escola i començar-hi el nou curs escolar. Les aportacions del mateix Ajuntament i del Govern central, que gestionaria oportunament l’alcalde Miquel Santaló en la seva doble condició d’alcalde i diputat, van materialitzar un somni que esdevindria la més clara aposta de futur de la política cultural republicana.
Efectivament, en la sessió del 22 de juliol de 1932 es va donar a conèixer l’ordre del Ministeri d’Instrucció Pública d’aprovació dels projectes de construcció de dos grups escolars i una subvenció de 100.000 pessetes.
De fet, el degoteig de notícies en les actes del Ple sobre la matèria educativa és constant. El 21 d’agost de 1931 es veu la petició de Darius Rahola d’adreçar-se al Ministeri d’Instrucció Pública sol·licitant que “es construís una escola mixta al barri de Pont Major”; a la del 28 de gener de 1932, el regidor Pompeu Pascual proposa l’ampliació del pati d’esbarjo de l’escola en construcció al barri de la Mercè i que un cop inaugurada es batejaria amb el nom de Ramon Turró (28-IV-1933, inauguració; acord d’atribució de nom 12-V-1933), o l’acord de la sessió del 9 de setembre de 1932 per a la construcció d’un edifici destinat a guarderia de la mainada ‘jardí d’infància’ i d’instal·lar en el mateix edifici que es proposava en el solar de propietat municipal de la cantonada del carrer Artillers amb la Gran Via, les habitacions dels mestres i de les mestresses.
De fet, la construcció de la casa del nen va produir la topada entre els regidors republicans i la minoria regionalista, perquè aquests darrers argumentaven que no es podia aprovar la construcció d’un nou edifici sense el projecte corresponent i sense la deguda consignació pressupostària.
Quan al gener de 1934 canviarien les tornes, l’empenta de la política educativa ja estava donada i de fet es continuaria sota la direcció del nou regidor de cultura Estanislau Aragó qui, en el Ple del 4 de juliol de 1934, anunciaria la concessió de sis noves escoles per part del Ministeri d’Instrucció Pública i proposaria llogar les cases dels números 53, 55 i 57 del carrer de la Rutlla per a establir les noves escoles, proposta que seria aprovada per unanimitat. Com també la proposta del mateix regidor, del dia 8 d’agost de 1934, per llogar la “Torre d’en Figueras”, al carrer de Ferràndiz i Bellés, per tal de traslladar-hi l’escola de la senyora Peramateu “instal·lada en deplorables condicions higièniques i sanitàries”.
Al fil de la continuïtat, els regidors d’ERC votarien també a favor de la proposta d’un pressupost extraordinari anivellat en 110.000 pessetes d’ingressos i despeses per tal de pagar, principalment, mestres i escoles.
Però de la mateixa manera que la minoria regionalista havia posat en dubte la contractació de la casa del nen en aquesta nova etapa, en la sessió del 5 de setembre de 1934, el regidor senyor Dalmau va preguntar per les informacions del Diari de Girona segons les quals no s’hauria rebut en el Ministeri la petició per a la concessió a la ciutat d’un Institut de segon ensenyament. Dalmau no s’està de recordar que el 22 de setembre de 1933 s’havia formulat l’oferiment d’uns terrenys per a la construcció d’un Institut de segon ensenyament, una Escola Normal, i l’ Escola de treball i residència d’estudiants, i com el 8 de novembre de 1933 s’havia reiterat la petició al Ministeri de les tres escoles per separat.
L’etapa de la guerra marcaria un moment de més trasbals i de substitució de les escoles confessionals per nous grups escolars (Bakunin, Durruti, Carles Marx, Joaquim Maurín) i l’organització de la política educativa des dels principis inspiradors del Consell de l’Escola Nova Unificada. Ja hem vist, però, que la pulsió reformista i la continuïtat en l’etapa revolucionària mantindria els ideals formatius, però toparia amb la patacada final que acabaria amb la utopia reformista i la seva màxima expressió simbòlica. És ben conegut el paper que hi tingué a Girona Antònia Adroher del POUM, regidora de cultura i primera dona regidora de l’Ajuntament.
L’estrall de la mort. Destrucció i desolació. La imprescindible reconstrucció
Un cop acabada la guerra a Girona, el 4 de febrer es va posar en marxa la maquinària implacable que havia d’aplicar els criteris de depuració i càstig. Josep Clara ha explorat a fons les llistes dels condemnats a mort i afusellats a la ciutat de Girona, i els ha xifrat en 514. Amb aquesta quantitat cal no perdre de vista l’abast de la repressió, més enllà de la singularitat dramàtica i emblemàtica d’alguns casos concrets. D’entre aquests 514 hi havia també servidors públics, treballadors de les administracions i també de l’Ajuntament, com el cas de Joan Teixidor, que el 9 d’octubre de 1936 havia estat designat escombriaire de la brigada municipal.
El mateix Josep Clara ha subratllat com cap dels regidors i regidores (94 diferents, dels quals 5 foren dones) del període 1936-1939 no va ocupar mai cap responsabilitat en el marc del règim franquista, com a una bona colla els va correspondre el camí de l’exili on trobarien la mort, mentre que d’altres visqueren el seu exili interior, com és ara el cas de Miquel de Palol, alcalde de fet durant els anys que Miquel Santaló s’absentà amb freqüència per les seves obligacions parlamentàries ,i que va guardar un silenci profund, efectiu i literari, durant tota la seva vida. A una bona colla els va agafar la depuració política, les sancions, la inhabilitació, l’estranyament, i la confiscació de llurs béns (vegeu Clara, El personal polític, pàg. 61-62).
La tasca de depuració de responsabilitats dels treballadors municipals va culminar en el Ple de l’Ajuntament del dia 2 de febrer de 1940, gairebé data per data un any després d’acabada la guerra. En aquest Ple, la Comissió gestora presidida per l’alcalde Alberto de Quintana Vergés acorda resoldre els “expedientes individuales de depuración de conducta política y social observada por el personal que figuraba en plantilla el 18 de julio de1936”, en aplicació de la Llei de 10 de febrer de 1939 i la corresponent Ordre ministerial de 12 de març del mateix any.
Fruit d’aquests expedients s’acorda confirmar la readmissió dels funcionaris municipals, sense cap mena de sanció, que ja havien estat classificats per acords de la Comissió permanent del 28 de setembre, el 5, 11, 19 i 24 d’ octubre, el 9, 16, 23 i 30 de novembre, el 7, 14 i 21 de desembre de 1939 i el 4 de gener de 1940. I també s’acorden diversos graus de sanció i/o separació a quaranta-una persones que comprenien guàrdies municipals, treballadors de l’escorxador, serenos, capatassos de brigades, guardes de la Devesa, agutzil, pesador de les peixateries, vigilant de brigada, conserge de la Caritat, conserge del grup escolar, ordenança, aia, capatàs de la brigada de neteja, jardiners, encarregat de la central elèctrica, professor de música i escombriaires.
L’acord acaba dient que “Los que en esta fecha no hubiesen sido depurados por falta de presentación de declaración jurada, serán separados del servicio con carácter definitivo y pérdida de todos los derechos”.
La capil·laritat de la depuració s’estenia, com veiem, a tots els àmbits i a totes les funcions de l’Administració i es feien recaure càrrecs polítics sobre treballadors, en molts casos, manuals i sense qualificació.
A tall de conclusió
L’alternança de 1931 i 1934 va evidenciar com podia haver-hi coincidències en les polítiques i matisos en les prioritats, però l’acceleració revolucionària que es va desencadenar arran del cop d’estat de juliol de 1936 va produir una gran inestabilitat, mobilitat i canvi en els responsables municipals i va posar en qüestió la continuïtat de les polítiques, més enllà de les que correspongueren a una economia de guerra, la defensa passiva i l’organització de la vida de la ciutat en un context convuls i difícil.
Però és evident que per tot el període 1931-1939 van quedar apuntades unes línies de treball, una agenda política, diríem avui, que va viure un parèntesi de letargia i adormiment de dècades, però que assenyalava camins clars en matèria d’educació, de cultura, d’organització territorial, d’urbanisme, de rehabilitació del centre històric i d’habitatge, de turisme i promoció de la ciutat, d’impuls i promoció del comerç, la indústria i l’agricultura, de sanejament dels rius, de neteja de les lleres, de creació d’espais públics, de polítiques de lluita contra la pobresa, a favor de la igualtat i de la creació d’ocupació i el combat contra l’atur. El passeig Arqueològic, la casa de la plaça de Sant Feliu, el futur aeròdrom, i tantes coses més que ara ens sonen familiars i recents estaven esbossades en aquell període convuls, però creatiu i dinàmic, i també dramàtic.
Reculant una mica, la premsa de 1920 va poder escriure que la candidatura unitària de republicans i regionalistes permetia “avançar vers una Girona nova” com reiterarien els regidors del breu període 1930-1931, que eren el pont natural amb aquella candidatura, i Joaquim Pla i Cargol, va poder dibuixar amb ambició “La Girona futura” en el Suplement Literari de L’Autonomista. Però la dualitat enfrontada va portar a una fractura fatal. De cop per causes més exògenes que endògenes, però també pel mal cap d’alguns processos interns, la síntesi que havia semblat fructífera esdevenia impossible. Encarats dos models, dues propostes, dues polítiques, va quedar clar que malgrat la transversalitat de l’etapa de pau republicana, com ha explicat Margarida Casacuberta, “la Girona vetusta havia vençut a la Girona espiritual”. Però aquesta darrera era tant de Joaquim de Camps i Arboix com de Rafel Masó, de Josep M. Dalmau Casademont i Miquel Santaló o d’Estanislau Aragó, de Pompeu Pascual o Francesc Tomàs, de Darius Rahola o Manel Bonmatí.
La nostra ignorància, real o induïda, és encara ara molt gran malgrat els esforços recents que s’han fet per tal de rescatar un passat que coneixem de manera parcial i esbiaixada.
Inconscients dels fils que aquesta etapa havia deixat apuntats, ignorants de molts dels ponts possibles, sense cap premeditació conscient i només amb la reivindicació simbòlica de Carles Rahola, com a pont i interpel·lació moral, l’any 1979 vam tenir la gosadia inconscient de titular “Per una Girona Nova” el nostre programa electoral. L’horitzó utòpic dibuixat en els primers anys trenta per Joaquim Pla i Cargol seria desbordat per la realitat pels volts de l’any 2000, com han acreditat els estudis del professor Josep Oliver. Potser per fi s’havia saldat per sempre el compte obert entre les dues ànimes que maldaven per la prosperitat de la ciutat en els anys trenta i que vençudes unes i, en un cert sentit només, vencedores les altres foren totes dues ofegades durant més de quatre dècades, en graus diversos. Que Manel Bonmatí, regidor de la minoria (1931-1934) i majoria (1934-1936) regionalistes s’erigís avançat el segle XX en propietari, mecenes i impulsor de la revista Presència adquireix també ara aires de reivindicació d’un passat compartit, enfrontat i fracturat, dramàticament compartit, i d’un desig de regeneració democràtica i catalanista de la ciutat futura que es feia imprescindible per sortir del marasme.
FONTS I BIBLIOGRAFIA
1. Documentació
Anteproyecto de Paseo Arqueológico. Excmo Ayuntamiento de la Inmortal ciudad de Gerona. Noviembre de 1954 .Una carpeta amb la memòria mecanografiada i dos plànols. (Arxiu JNF).
Proyecto de Paseo Arqueológico. Excmo Ayuntamiento de Gerona. Dossier fotogràfic amb plànols i dibuixos. (Arxiu JNF).
Museu d’Arqueologia de Catalunya. Girona. (Pedret). Comissió de monuments de Girona. Llibre d’actes.1918-1938.
Obert el 15 d’ abril de 1918 inclou les sessions de la comissió del 28 de maig de 1918 al 12 de març de 1938,
Actes del 12 de setembre de 1936 al 12 de març de 1938.Comissió de Patrimoni Artístic i Arqueològic.
AHMG, Ple Municipal. Llibres d’ actes i Llibres de la Comissió de Govern.
2. Impresos
Activitas. Órgano del bureau internacional del comercio y de la industria. Noviembre de 1932. Articles sobre la I Fira Comercial de Girona.
El proveïment de llets i llur calitat. Girona, Institut provincial d’Higiene. Secció de veterinària, Tallers gràfics de Salomó Marquès, 1931.
Reglament de policia sanitària per al proveïment de la llet higiènica en la ciutat de Girona. Girona, Ajuntament, Darius Rahola ,1934. (Dictat per l’alcalde Francesc Tomàs el 5 de juliol de 1934).
Reglament de la peixateria. Ajuntament de Girona, gràfiques de Darius Rahola, 1931. (Aprovat per l’Ajuntament en sessió del 8 d’ octubre de 1931).
L’abastiment d’aigües potables a Girona. Informe técnico del Sr. Maximino San Miguel de la Cámara. Girona, gràfiques Darius Rahola, 1934.
Alumbramiento de aguas potables. Gerona. Año 1935.Gráficas Darío Rahola.
El proveïment higiènic de llets a Girona. Central lletera municipal. Girona, Ajuntament, Gràfiques Darius Rahola, 1935.
Catalunya Ràdio, núm. 79, any III, 4-XI-1933.
Consell Municipal de Girona. Negociat d’Estadística. Abril de 1937.
Diari de Girona. Extraordinari Turisme, 1935 (especial de Fires).
Escola Prat de la Riba…Girona, Ajuntament, Gràfiques Darius Rahola, 1938. (…la primera pedra de la qual fou posada per S.E. el President de la Generalitat Lluís Companys, el conseller de cultura Carles Pi Suñer, l’alcalde de Girona Pere Cerezo Hernáez, el conseller de cultura de l’Ajuntament, Josep M. Dalmau Casademont, el dia 24 de juliol del 1938.
Faura y Sans, M.: Información sobre un anteproyecto para el abastecimiento de aguas potables de la ciudad. Gerona, Ayuntamiento, Imp. La editorial gerundense, 1927.
Gerona, la Toledo catalana y su II Feria comercial. Guía y visión espiritual de la inmortal ciudad. Ediciones el día gráfico, octubre de 1933.
Homenatge a Ignasi Iglésias. Girona, Ajuntament de Girona, gràfiques Darius Rahola, 1933.
La Generalitat de Catalunya a les comarques gironines. Obra republicana. Report de la Comissaria delegada 1932. Girona, Tallers gràfics de la casa d’assistència i ensenyament, 1932.
Id. Id, 1933. Girona, Tallers gràfics de la casa d’assistència i ensenyament, 1934.
L’Autonomista, Suplement Literari octubre 1933. Sobre l’escola Ignasi Iglésias.
L’Autonomista, “La central lletera municipal”, 15 de juny de 1935.
La Hisenda Municipal en 1930. Memòria de la ponència d’hisenda. Girona, Imp. Masó, 1930 (Memòria d’ abril de 1930 feta pel ponent d’ hisenda Joaquim de Camps i Arboix.).
II Fira Comercial i agrícola. Catàleg oficial. Girona, del 25 d’octubre al 5 de novembre.
III Fira Comercial i agrícola de Girona. Any 1934, del 27 d’octubre al 5 de novembre. Catàleg oficial.
IV Fira Comercial i Agrícola. Catàleg oficial, 1935.
3 mesos de govern municipal. Girona, Gràfiques Darius Rahola, setembre del 1937.
LA CRISI, L’ECONOMIA, LA POLÍTICA
Conferència en l’esmorzar del Fórum Europa. Tribuna Catalunya, organitzat per Nueva Economía a l’Hotel Palace de Barcelona
Vivim moments molt greus. En molts aspectes, sense precedents.
Per ara, cada dia augmenta la llista de l’atur. És més freqüent que mai trobar gent dormint als caixers.
El nombre de sense sostre ha augmentat.
La visió de les persones que furguen a papereres i contenidors és habitual.
Els índexs de pobresa es disparen.
Les dificultats de moltes famílies són més evidents que mai.
Tradicionalment, en el passat, la societat havia reaccionat a aquestes situacions amb actituds i programes benèfics. La beneficència per davant de l’assistència. El paternalisme per davant dels programes.
Era freqüent tirar diners als problemes, i no posar diners a les solucions.
Alertàvem sovint que determinades polítiques, subsidis, eren pa per avui i gana per demà.
Amb un punt d’ingenuïtat primer, amb propostes més articulades, després insistíem en la necessitat d’abastar a les causes de la pobresa i les desigualtats, com a prioritat bàsica. I només subsidiària l’atenció a les conseqüències.
Els programes d’inserció econòmica, els plans d’ocupació, la formació ocupacional, els dispositius i els itineraris d’inserció, les escoles-tallers es multiplicaven en un afany per crear salari social, per donar resposta als problemes d’una societat en crisi. Fomentàvem la inversió, estimulàvem el creixement. Trenta-tres anys de polítiques municipals ho acrediten.
Permetin-me fer en aquest moment una proposició que es refereix al passat i al present.
En una crisi com aquesta la societat catalana hauria estat fa vuit anys molt i molt més vulnerable. La resposta al creixement demogràfic i la provisió de serveis públics han actuat com un pal·liatiu de primer ordre a la societat catalana.
Es deuen poder trobar i detectar defectes i errors en els dos darrers governs de progrés. Sens dubte. Caldria, però, el reconeixement que en capital fix (equipaments i infraestructures) i en cohesió social la seva aportació va ser rellevant. Societat més cohesionada.
Potser també més conformada i passiva per una banda, i més indignada de l’altra. Menys disposada a arriscar.
Cal fer, però, una segona proposició indiscutible, aquí i arreu.
El límit dels serveis públics i de les propostes de l’estat del benestar és el de la capacitat de l’economia que les aplica per atendre-les econòmicament.
Només es pot donar allò que el conjunt del sistema pot pagar.
Arribats a aquest punt podríem afirmar, simplificant, com aquell: “però que no ho veieu?, és l’economia!” És un error d’apreciació en la simplificació.
Tornem-hi: “però què no ho veieu?, és el creixement!”
Malgrat que hi ha qui diu que el dilema no és entre austeritat i creixement sinó entre austeritat i fallida.
La clau és la sostenibilitat del sistema. En fase recessiva l’austeritat és imprescindible i els ajustos també. Però el tancament excessiu dels mecanismes que afecten la liquiditat, el finançament i el consum esdevenen una espiral diabòlica. Com més aixetes es tanquen més augmenta la sequera. La roda de la creació de riquesa roda al revés, la de la creació d’ocupació també, com hem dit; i l’aportació neta de recursos públics a les prestacions sense l’adequada compensació en ingressos empobreix la capacitat de reacció real de les economies, i la capacitat de resposta a les desigualtats socials.
Arribats a aquest punt cal establir que:
– Cal assegurar el que és imprescindible i cal suprimir el que és superflu.
– Cal concentrar els recursos en les polítiques de reactivació econòmica.
– Cal assegurar l’equitat per garantir la cohesió
– Calen polítiques d’estímul, de facilitació, de foment de l’ocupació i la inversió; calen polítiques fiscals progressives i cal garantir que les solucions que s’adopten eviten la fractura social, solden la societat i asseguren un repartiment equitatiu de les conseqüències de la crisi.
Igualar per dalt i no per baix. Fer partícip de la riquesa, no repartir la pobresa.
La fractura social pot ser atractiva per a algun sectors privilegiats, però l’abisme social és un risc material i moral per a una societat que només pot sortir-se’n si treballa amb una sortida universal, no parcial i sectorial.
Vist així es configuren dues posicions. Els que ho fien tot al compliment radical dels objectius de dèficit marcats de forma molt restrictiva per Europa. Aquests descobreixen, aquí i fora d’aquí, que la mateixa dimensió de la crisi, la caiguda d’ingressos, altera les seves previsions pel que fa al compliment dels objectius. Els que pensem que calen polítiques imaginatives per tal de donar una resposta trencadora de l’espiral que hem conegut a Grècia. No posar la societat contra les cordes.
Més dèficit del previst i una societat més vulnerable ara que fa un temps. És com si s’hagués materialitzat l’equació: més ajustos, més desigualtats. Quin és el límit del camí triat, o com es disparen els ressorts de la inestabilitat social?
Amb d’altres paraules. Per conformats i mal acostumats que estiguem, on és el límit entre la paciència i la desesperació?
Tenim un dèficit de confiança i una saturació de por.
Tenim també en el terreny de la política, la credibilitat molt baixa.
I constatem que sovint les solucions o els agreujaments en un món global transcendeixen les fronteres de la política convencional.
Cal dir, doncs, que en el que és bàsic, govern i oposició compartim diagnòstic i discrepem en les solucions.
No només això, sinó que les urgències, la immediatesa i el tacticisme ens allunyen cada dia més els uns dels altres
Potser perquè aquesta immediatesa no permet veure la compatibilitat entre una oposició clara, contundent i radical en els punts forts de les discrepàncies i la necessitat de gestos d’acostament, diàleg i consens en les prioritats claus del país sense matisos.
Aquí rau la clau del paper del primer grup i del primer partit de l’oposició.
I això, més enllà de la necessitat de l’esquerra de reformular el seu paper, abordar les reformes que li calen i explorar nous camins i noves idees per a la socialdemocràcia del món global i del segle XXI.
Però cal també que la coalició de govern s’aclareixi i reveli els dubtes que desperta la seva ambigüitat entre l’estricta ortodòxia contrareformista en temes econòmics, aliant-se amb el principal adversari en els temes nacionals. I la radicalitat nacional en un full de ruta força incompatible amb l’aliança esmentada fa un moment.
La gesticulació a favor del diàleg i l’acord reiteradament desmentit per la pràctica política diària planteja seriosos dubtes sobre la voluntat real d’afrontar l’emergència nacional des del diàleg.
Després de dues aprovacions consecutives dels pressupostos amb el Partit Popular de Catalunya es fa poc creïble l’apel·lació constant a la responsabilitat , mai acompanyada de voluntat clara de negociació.
La política de mà estesa proposada des de finals de desembre de l’any passat pel primer secretari del PSC, Pere Navarro, té un guió molt molt clar. I uns límits, unes fronteres a no traspassar, evidents.
– Acord estratègic per a la reactivació de l’economia
– Pacte pels serveis públics
– Pacte local
– Pacte nacional
1. Acord estratègic per a la reactivació de l’economia
No té cap sentit que patronat i sindicats siguin capaços d’avançar cap a acords que govern i oposició són incapaços d’articular.
Les polítiques d’empresa i ocupació requeririen ara d’un únic guió compartit orientat preferentment a programes que aturin la sagnia de l’atur, estimulin la generació de riquesa i propiciïn l’ocupació.
Les polítiques d’austeritat i de reducció del dèficit i el deute passen per un sanejament gradual apuntalat més en reformes que en retallades indiscriminades, alguna de les quals sota sospita d’afavorir sectors minoritaris o àmbits privats de la prestació dels serveis.
2. Pacte pels serveis públics
El pacte passa per garantir en el àmbits de la salut, l’educació i les polítiques socials juntament amb les polítiques de justícia i seguretat, les prestacions bàsiques des del sector públic amb equitat, condicions d’igualtat i adequació als recursos disponibles. Sense desmentir, sinó aprofundint, els grans acords encara vigents, almenys sobre el paper.
3. Pacte local
Lleialtat institucional. Sacrificis compartits. Reformes acordades. Ingressos per prestacions. Cicle de l’aigua i transport, política d’ingressos amb corresponsabilització. Pagar el que es deu i modular el que es fa.
4. Pacte nacional
Pacte cultural. Equipaments i serveis
Pacte d’aprofundiment democràtic. Llei electoral, llei de la transparència.
Pacte pel pluralisme i la garantia del servei públic. Garantia del model de televisió i ràdio públiques.
Pacte de desplegament de l’autogovern. L’Estatut com a referent més enllà dels objectius de la transició nacional que formulen alguns.
Pacte fiscal sense adjectius, com diu Pere Navarro. Solidari i federal. Corresponsabilitat fiscal i consorci tributari.
Fins i tot sense acord en els Pressupostos de 2012, queda un llarg camí per recórrer i que potser podem compartir en part. Només cal que uns i altres ens contestem la pregunta que si l’acord en la Llei d’urbanisme és una flor que no fa estiu, l’excepció que confirma la regla o és el desmentit més rotund fins ara als dubtes que expressen alguns portaveus del govern sobre la fiabilitat del PSC. Diàleg, negociació i consens són camins possibles, s’ha de voler i s’han de recórrer.
Finalment, un parell d’exemples per tal que ens entenguem.
El president Mas anuncia, pràcticament el mateix dia que reclamava els accessos viaris i ferroviaris al port de Barcelona, que potser algun dia caldrà trencar les costures del marc establert.
Estem d’acord que la sentència sobre l’Estatut lesiona greument el pacte constitucional. Com estem d’acord que no hi ha cap país al món on una administració gestioni eficaçment una infraestructura com el port, generadora d’activitat i de riquesa, i la mateixa administració l’escanyi endarrerint sistemàticament la viabilitat dels seus accessos.
Coincidirem en els escenaris concrets i tangibles i en els escenaris de gradualitat reformista.
Avui per avui podríem discrepar en els escenaris de ruptura tan poc fiables, simplement perquè als socialistes sempre ens ha agradat més recosir que trencar costures. Tocar vores que desfer-les. Fer repunts.
Acabo amb una consideració més general sobre el context que vivim.
És possible que en l’actual deriva, el ciutadà enquadrat demani més llenya. Que el ciutadà benestant esperi acords a qualsevol preu. La societat espera menys tacticisme, menys immediatesa, menys regat curt.
Els que pateixen més directament els efectes de la crisi esperen més solucions, més justícia, més equitat, menys privilegis. Menys demagògia. Més credibilitat.
Tothom espera un corrent de fons que recuperi la credibilitat i la confiança. I no es guanya en el joc acció – reacció, ni amb la frase ocurrent, ni amb malabarismes dialèctics.
La construcció de l’alternativa amb fonaments sòlids passa per la maduració dels valors de sempre i les propostes innovadores com a resposta als nous reptes d’un temps nou.
DE CATALUNYA
Conferència commemorativa de la mort de Jaume Balmes. Vic, 9 de juliol de 2009. Publicada en un llibret amb motiu de la conferència de 2010. Vic, Ajuntament de Vic, 2010
En primer lloc he d’agrair a l’alcalde de Vic, Josep M. Vila-Abadal i al seu tinent d’alcalde, Xavier Solà, que fa ja una colla de mesos em convidessin i em diguessin si voldria fer, enguany, la conferència balmesiana. Vaig expressar un moment de dubte, però vaig voler assumir el compromís.
Un compromís plaent, perquè em sembla que aquestes cites anuals de referència a la memòria de Balmes són importants. Tant com establir i mantenir tradicions que recordin i facin memòria dels personatges il·lustres que han contribuït a configurar un pensament en l’àmbit de tot el nostre país.
Vostès veuran si la invitació, que agraeixo moltíssim està o no justificada. Però en qualsevol cas, he volgut, en primer lloc, posar un títol balmesià estricte: “De Catalunya”. I al fil de Balmes parlar de Catalunya.
CATALUNYA SENSE MEMÒRIA?
Començo amb un interrogant: quan som davant dels homes il·lustres, davant del pòsit cultural, davant del pes de l’obra i dels personatges, som davant d’un país que és capaç de mantenir una memòria viva d’aquestes contribucions, o som una nació ingrata o simplement l’oblit permanent és propi de la condició humana?
M’agafo a Balmes com a símbol, encara que sé perfectament que Balmes té un institut específic dedicat primer, al seu temps, a l’edició de la seva obra completa, després dedicat als estudis balmesians i que representa una fita important en la geografia cultural de Barcelona i també de la de tot Catalunya. I que per altra banda, Balmes és reconegut en la toponímia local de diferents maneres i, singularment, en un carrer a Barcelona principalíssim.
Però així i tot, crec que mai no tenim prou viu el record, la memòria, ni fem ús dels nostres personatges il·lustres i, sobretot, del seu exemple, de la seva aportació, de les seves idees, de la seva capacitat d’anàlisi, de la claredat dels punts de vista en algunes qüestions. Crec que hi ha, en aquest possible o presumpte oblit, en aquesta ingratitud nacional cap als personatges, sobretot mentre són vius –després també parlaré d’això-, una excepció vigatana.
I jo vinc, modestament, a confirmar aquesta excepció vigatana, que és l’excepció que confirma la regla. És a dir, amb fidelitat reiterada, aquesta convocatòria posa una fita anual a la memòria de Balmes. I Vic es manté fidel i el seu Ajuntament convoca anualment la ciutadania a una reflexió compartida en memòria i record d’aquest personatge il·lustre de gran nivell i que representa el que representa però que, evidentment, ha de ser objecte d’un gran respecte i d’una especialíssima atenció.
Arrenco, doncs, amb Balmes com a símbol i com a pretext. I la referència és la que dóna nom, la que dóna títol a la meva conferència. “De Catalunya” és el volum XIII de l’obra completa de Jaume Balmes en l’edició del pare Ignasi Casanovas, publicada per la biblioteca Balmes l’any 1925. És aquest volumet que tinc aquí, del qual després els llegiré un petit paràgraf en acabar la conferència.
I en el pròleg editorial, el pare Casanovas deixa les coses prou clares: “Balmes no escribió ningún volumen que llevara este título pero sí diversos artículos y series de artículos que se refieren a Cataluña. Era pues natural que los agrupáramos dándoles el título que espontáneamente reclaman”. Així doncs, agafo el títol, que és profundament balmesià però que no respon a cap obra de Balmes, sinó a l’agrupació intencionada del pare Casanovas d’un conjunt d’articles de Jaume Balmes sota el títol genèric “De Catalunya”.
Aquests dies, més d’un articulista, arran de la mort del gran escriptor mallorquí i català, Baltasar Porcel, ha insistit en la fractura de la mort com a trampolí invariable de la projecció dels nostres homes i dones. Torno, doncs, a l’inici. Seria propi de la mateixa condició humana, no ser reconegut o no ser prou reconegut en vida. Jo em pregunto una cosa que va més enllà: És veritat que mai són prou reconegudes en vida les persones que mereixerien gratitud, aquelles persones que amb la seva trajectòria i el seu exemple de vida mereixerien ser reconeguts? Té sentit rebre tots els elogis i tot l’encens el dia de la mort i l’endemà passar ràpidament a configurar un ampli olimp de l’oblit per sempre més? És, insisteixo, la nació que és ingrata o és la pròpia condició humana que ens fa ser molt fràgils en la memòria, no reconèixer mai pràcticament res en vida de la gent, en canvi, amb una efervescència momentània, recordar les persones en el moment de la seva mort per tornar-les immediatament a oblidar? És la segona reflexió que els volia fer sobre la fragilitat de la memòria.
CATALUNYA I EL SOLATGE PERDUT
Som un país amb un solatge inexistent? Quin és el pòsit amb què treballem en el vertigen i el tràfec diari? Hi ha un bagatge acumulat de memòria successiva que ens permeti sentir-nos fills i hereus sempre de tot allò que han aportat les generacions que ens han precedit? Jo diria que hi ha poc solatge, hi ha poc bagatge, hi ha poc pòsit si ho fiem tot a la presència contemporània en la formació de les noves generacions dels valors acumulats del passat. És una pregunta retòrica, és clar. Reclamo les nostres arrels, proclamo que la identitat és fruit de generacions i afirmo que no podem construir un futur clar sense fonamentar-nos en les pròpies arrels.
Posem un text de Balmes, qui diu Balmes diu Carner, aquest any, a les proves d’accés a la universitat com a termòmetre infalible. Què passaria amb un text de Balmes? Jo m’ho temo i em pregunto, per què passem pàgina tan de pressa i com és que hem amortitzat a una velocitat de vertigen el nostre patrimoni reclòs en els claustres petits i minoritaris dels especialistes? Pensant en això, he pensat també en algun debat periodístic recent i punyent i que posaria en dubte el mite i la constància de la laboriositat dels catalans: “El mite trencat”. Parlo del rebombori que ha general l’article de Jordi Nadal, “Els catalans de les pedres ja no treuen pans”, que intentava ser una fuetada a la consciència col·lectiva plantejant si hem passat molt ràpidament d’un país de productors a ser un país de funcionaris, deia ell: “les nostres noves generacions són menys emprenedores que les generacions anteriors i els joves d’avui tindrien més pressa a guanyar una oposició que no pas a fundar una empresa”.
Bé, la reflexió està plantejada, i expressaria una qüestió que discutiré després, però val la pena situar aquí: saber si fruit de tantes ensopegades som un país que expressa, en el seu moment contemporani, un cansament agònic, si som una nació que està en un carreró sense sortida?
Afirmo que el que diu el professor Nadal és una provocació oportuna i necessària que planteja un dilema impropi que discutiria. Ell diu que tal com han anat les coses podríem trobar constància que en el passat més remot no és veritat que els catalans fóssim laboriosos, treballadors, productius, puntuals; sinó que ens hi vam tornar quan ens va caldre superar una etapa d’enormes dificultats, i cita algunes referències textuals i ve a dir que Catalunya inicia un període de gran prosperitat econòmica just en el moment de màxima restricció política. Seria l’excés de repressió cultural, lingüística, política com a conseqüència de la Guerra de Successió el que portaria als catalans a deixar-se d’històries i a concentrar-se a treure pa de les pedres. I establiria un sistema de vasos comunicants que vindria a dir que cada vegada, -jo crec que és d’aquesta generalització que se’n produeix el fals dilema-, que Catalunya ha prosperat econòmicament ha estat en un context de restricció i limitació de les seves llibertats públiques com a país. I, en canvi, s’ha acomodat en els moments que ha tingut una plenitud major. L’abús de la síntesi pot produir el sofisme. Crec que hauria de quedar clar que quan ho passem malament ens esforcem més que quan estem bé, coincidint amb Jordi Nadal. Però si el moment àlgid de la Catalunya medieval, del domini català de la Mediterrània és el reflex d’una realitat potent, no tant potent com Gènova o no tant potent com Venècia, però potent al cap i a la fi, l’esplendor medieval seria un clar desmentit a l’argument esmentat al principi d’aquest apartat sobre si hi ha una simetria antitètica entre la restricció política i la prosperitat econòmica.
L’apogeu mític de les naus catalanes a la Mediterrània seria el contrapunt al dilema, impossible d’aplicar mecànicament. No hi ha vasos comunicants, no hi ha un mecanicisme entre el fet que sempre que hem anat malament políticament hem mirat cap a un altre costat i hem decidit que ens en volíem sortir econòmicament. No és exacte i, per tant, entenc i afirmo que l’esplendor medieval negaria l’argument principal de la línia plantejada per l’article esmentat. Ara, sí que és veritat que en la reiteració pessimista dels mitjans i dels polítics i, a vegades, dels intel·lectuals i d’alguns sectors de la societat, ens hauríem de preguntar amb relació al SER de la Catalunya contemporània si ens trobem o no davant d’un procés de frustració acumulada; si és un avís de final d’etapa; si, per exemple, el pes enorme de l’abstenció i, fins i tot, dels vots en blanc en les últimes eleccions europees serien o no l’expressió d’un procés de frustració acumulada que no trobaria, de moment, altra sortida per expressar-se que la petita rebel·lia de no anar a votar o de dir a tots els polítics: “escolteu, ja us ho fareu, jo voto en blanc, tinc consciència democràtica, vull anar a votar, però res del que feu no em satisfà, expresso la meva protesta cívica votant en blanc”. Això en relació amb el compromís polític i democràtic directe.
CATALUNYA, LLIBERTAT I CRISI POLÍTICA
És la preocupació de l’abisme que es produiria en el trencament entre la confiança social en els valors de la nació i la democràcia, en les llibertats col·lectives i la llibertat quotidiana. Seria una doble ruptura, en la ruptura política, de la confiança de Catalunya amb una determinada política i s’expressaria amb una fractura social profunda, demogràficament àmplia, de sectors de la població en relació amb la política. Els símptomes s’allargassen incansablement, ens arrosseguem per un pessimisme atàvic, res no ens satisfà prou, com per abandonar ni que sigui instantàniament, la lamentació successiva, però si això és així com a tònica mitjana de l’opinió, on situaríem els moments brillants, els moments emergents, la vibració col·lectiva de l’entusiasme compartit?
Gairebé goso dir, potser amb la boca petita, que els moments excepcionals viscuts amb els Jocs Olímpics de Barcelona podrien ser altre cop aquí l’excepció que confirma la regla. Però si hem abandonat l’optimisme podem dir que el pessimisme i la queixa siguin autèntiques eines de regeneració i de progrés? Ens serveix anar-nos queixant? Ens porta a algun lloc dir que anem malament? Tenim sortida si simplement ens lamentem d’una forma constant que aquest país no se n’acaba de sortir? Jo crec que no, però per altra banda crec també, que tot això que estic dient, i pot sonar molt moral i poc polític, expressaria que des del meu punt de vista estem davant d’una crisi profunda ideològica de les doctrines del catalanisme; potser en part perquè a tots nosaltres els grans noms, generalment, això sí, buits de contingut, ens ressonen amb una contundència que avui no sabem trobar de la mateixa manera: Balmes, Torras i Bages (citat per l’alcalde), Prat de la Riba, Cambó, Rovira i Virgili, Campalans, Serra i Moret… fins i tot Vicens Vives.
CATALUNYA, UN PROJECTE NACIONAL
I això em porta a una altra pregunta: On són avui els projectes nacionals? Durant molts anys hem viscut d’una herència, que crec que és important, però que obliga a una reflexió sobre el valor que avui li atribuïm i sobre el pes real que ha tingut en la història contemporània de Catalunya. És l’impacte de la cultura en la política, d’una determinada cultura o d’un projecte nacional que neix i s’origina en formulacions inicialment de caràcter cultural: el Noucentisme. Com és produeix la formació i la formulació de projectes d’ampli abast, d’horitzó llunyà, de mirada àmplia, de clar futur, però que a vegades potser podríem redimensionar perquè són de limitat compliment, o d’un compliment lent i esglaonat en el temps amb molta més durada de la que els mateixos que van emetre aquests projectes haurien desitjat?
Per això em pregunto, hem mitificat el Noucentisme? Hem atorgat una dimensió excessiva a les etapes d’autogovern o els moments àlgids del catalanisme conservador amb la projecció institucional de la Mancomunitat?
Entortolligats en una reflexió cap endins no ens en sortim de trobar i seguir una línia constructiva, dinàmica i engrescadora cap en fora. Restringim les eines, acotem les reflexions. Si parlem d’eines, les revistes en català, de reflexió i debat, Serra d’Or potser podria ser un símbol o un exemple. Reduïm els àmbits de la influència social de les preocupacions certes i fonamentades del catalanisme, i produïm una disminució d’espai real en el qual es produeix el debat i la reflexió sobre els problemes del catalanisme i una sostracció de l’imaginari col·lectiu d’aquest debat trasplantat en un altre àmbit que fan només uns quants i per consum intern, propi, però segurament no suficient per sortir-ne.
Eugeni d’Ors formula en el seu Glossari, sucessivament, grans idees que per a ell acaben malament, perquè se’n va a Madrid i abandona, però la doctrina d’Orsiana és recollida, absorbida i impregnada per Prat de la Riba i tants altres que van formulant, no només llibres teòrics que concreten la doctrina catalanista, sinó que construeixen un projecte institucional.
La labor ja la comencen a aplicar els grans instituts, l’escola industrial, l’Institut d’Estudis Catalans, el Museu i la Biblioteca nacionals. Però tot queda, en part, estroncat. Estava ben pensat que aquest país per tenir solera de país amb ambició en el món havia de tenir una Biblioteca Nacional i un Museu Nacional, encara que el nom no faci la cosa? Estava ben pensat. I de fet, el Museu Nacional d’Art de Catalunya d’ara conserva la denominació de nacional perquè remet a un projecte de fa cent anys, culminat, completat i acabat després d’esforços llarguíssims que s’han arrossegat durant un segle.
Aquest és el motiu de reflexió i preocupació respecte fins a quin punt tota la mitificació que hem atribuït a l’època del Noucentisme i, fins i tot, al mite de la Catalunya republicana no se’ns engruna en part, s’empetiteix, simplement per una visió comparativa d’on som ara i on hem estat. Malgrat que sonin com a més brillants, més ambicioses, més profundes i més transformadores les idees que movien els homes del catalanisme que tots citem perquè admirem, en el primer terç del segle XX, el pes i el poder institucional eren menors que ara, però la dimensió intel·lectual tenia més força. Ens costa trobar en l’horitzó d’avui els equivalents simètrics d’aquests grans noms que tots hem mitificat en el passat. Tenim més poder que mai, més autogovern que mai, però ens movem atrapats en una teranyina dialèctica que amaga les idees, alimenta les frustracions i escapça els lideratges.
CATALUNYA, DE L’ASSAIG REPUBLICÀ A L’AUTOGOVERN CONTEMPORANI
Hi ha, respecte a tot això, un moment culminant que obliga a una reflexió especial, és el diagnòstic de l’etapa republicana i el desastre de la Guerra Civil. L’aparició del llibre d’Amadeu Hurtado Abans del 6 d’octubre, un dietari, publicat l’any passat a Barcelona per Quaderns Crema, ha esdevingut una sotragada important en un panorama gairebé lacustre. Potser s’ha trencat l’oasi i s’ha qüestionat el mite, però una reflexió desmitificadora sobre els lideratges, els mites, les persones, els projectes i les etapes, aquesta i les anteriors, no ens seria segurament dolenta per pensar de manera menys pessimista i menys melancòlica els últims 30 anys d’autogovern.
Crec que si comparéssim, en termes absoluts, allò que ha representat cada etapa del catalanisme polític des de les primeres formulacions de finals del segle XIX, les formulacions prèvies culturals de la Renaixença, fins avui, potser atribuiríem amb més perspectiva històrica, més valor del que som a vegades capaços d’atribuir, als anys més recents de la trajectòria de Catalunya amb capacitat per autogovernar-se. La qüestió seria aquesta: on situem els moments crucials, els encerts i els errors de la nostra peripècia històrica col·lectiva? I per això sobredimensionem el passat i menystenim el present? Tot era millor abans? No ho sembla pas o, sobretot, no ho sembla en molts terrenys. He fet molts anys d’alcalde, com vostès saben, i he preguntat als meus ciutadans i ciutadanes, qui de vosaltres vol tornar 50 anys enrere? El resultat de l’enquesta és rotundíssim: ningú! Ni cap dels més radicals revolucionaris, de tradició republicana i socialista i/o anarquista gairebé genètica, transmesa successivament de generació en generació, com n’hi ha tants, per exemple entre la població immigrada. Gent que ho va deixar tot (el problema de la terra, l’anticlericalisme, les lluites socials), que va agafar les maletes i va venir cap aquí, va viure en barraques, va refer la seva vida, s’ho va tornar a mirar i es va mirar a si mateix i va dir-se: “tu vols tornar 50 anys enrere?” Jo sóc d’aquí i sóc d’allà, però no em proposis un viatge impossible en el temps, però no em plantegis un debat teòric en el meu cap perquè no m’ho vull formular.
Per tant, tots hauríem de ser capaços de refer l’avaluació de les etapes de l’autogovern: el període d’autogovern light de la Mancomunitat primer, i el període de l’apogeu republicà després.
El primer era light però era coherent i clar perquè hi havia un projecte al darrere molt clar, en alguns aspectes, més clar que ara, tan clar que la Mancomunitat tot el temps que va durar, excepte el parèntesi de la dictadura, va editar any rere any L’obra a fer i L’obra feta, i de fet passava balanç del projecte de futur i de la realitat assolida. El projecte de futur eren carreteres, trens, aeroports, línies de telèfon, comunicacions, transport urbà, hospitals, escoles, biblioteques, un país moderns, un país d’Europa. Hi havia una matriu nacional que definia un marc que deia “volem anar cap aquí!. Ho fem amb les 4 diputacions mancomunades? Volem anar cap aquí”. I en aquest balanç doctrinal, any rere any, hi havia una mena d’autoreflexió del que representava l’aportació de la Mancomunitat. Discreció, prudència, gradualitat, avenços materials i horitzó de futur concretat en un projecte.
Crec que no hem fet prou i no hem fet prou bé la valoració i l’avaluació de l’acceleració republicana i tot el que representa. Amb els seus encerts i els seus errors; amb els seus valors i amb alguns fracassos; i amb el fet que, avui per avui, tot i que molts en el terreny de la política, en les nostres consciències col·lectives i en la nostra memòria històrica mirem enrere i mitifiquem el 31 i el 32 i mitifiquem els gestos de Macià i de Companys i la proclamació de l’Estat català, sabem que dura el que dura. Però després, amb el Dietari d’Hurtado a les mans, l’Estatut del 32 era molt, però era poc menys que poca cosa si el comparem amb l’Estatut actual i, malgrat tot, expressem una profunda insatisfacció per l’actual i mantenim una mirada mítica i gairebé tremolosa d’emoció quan pensem en l’altre conscients que s’esbossen més projectes que realitats tangibles es concreten.
CATALUNYA, LES BASES DEL FUTUR
Jo vull mantenir això. Aquest punt de vibració emocional m’interessa molt, però no al preu de considerar que tot era tan, tan bo. Perquè potser si hagués estat tan bo, tan bo, no hagués acabat tan, tan malament internament i abans mateix de la rebel·lió militar. I, simplement, em pregunto amb veu alta, i pot agradar o no aquest tipus de reflexió, però jo me la faig i tal com me la faig els la faig a vostès. Després, naturalment, hauríem de fer l’avaluació de l’etapa 1978-2009, que té un moment especial de dos anys, la Generalitat restaurada. Un moment històric que també l’hem liquidat amb una facilitat enorme, en part perquè també ens l’han liquidat. Em refereixo a què tot el valor que tenia el gest d’anticipar el restabliment de la Generalitat a la Constitució, fent un pont amb la legitimitat republicana, després es desgasta. Aquell moment històric, en un moment en què la transició jugava amb uns camps molt determinats i Catalunya tenia el pes que tenia en la formulació de les alternatives, en la liquidació del franquisme, el retorn del president Tarradellas i el restabliment de la Generalitat restaurada fins que hi ha les eleccions el 1980, és l’únic gest que crea un pont de legitimitat entre el període 1931-36 i el postfranquisme. I, en canvi, d’aquest fet ,després no n’hem fet la valoració corresponent i ni de tota l’etapa a què dóna lloc: 1980-2009. Aquest període llarguíssim de quasi 30 anys, és motiu de frustració o és motiu de noves oportunitats?
Jo em pregunto, liquidem els moments com liquidem la memòria? I afirmo, en part això ens passa perquè la construcció de l’autogovern necessita un relat, necessita un discurs, necessita una pauta interpretativa, una valoració global, lluny de l’autocomplaença, però a prop de l’aproximació adequada als paràmetres reals de l’evolució de l’economia, dels valors i de les actituds de la societat com a col·lectivitat. I al fil de tot això, ens hauríem de preguntar respecte a les pautes d’anàlisi que fem servir per a altres èpoques: Hi ha hagut, potser, a Catalunya un relleu i no ho reconeixem, de classes dirigents? Una nova burgesia menys identificable? Menys fabril? Hi ha una nova burgesia metropolitana poc donada a les efervescències identitàries o culturals? La societat catalana d’avui és potser més complexa? O ja ho era i no ho vèiem; i ara ho és més i ho veiem una mica més i ens en dolem en algun moment perquè no ho acabem de veure clar?
Aquest és l’interrogant del que podríem dir-ne la dimensió oculta del futur. Quin camí seguirem? Hi ha una orientació clara? O vivim moments de desconcert i de confusió? Jo penso que encertem el diagnòstic de les mancances, però encara som incapaços d’articular els discursos de les propostes i dels lideratges. Som molt bons analitzant què ens ha passat i què ens passa i no som prou bons proposant cap on hem d’anar. I això es veu un dia rere un altre ens els articles d’opinió que anem llegint quotidianament.
CATALUNYA I L’ATZUCAC DE LA DOCTRINA CATALANISTA
Insisteixo en el bloqueig ideològic, del model, de la doctrina catalanista. El cabdell és compacte, no hi ha fils per estirar i desfer el nus. Qui encerti a desfer el manyoc de fils i sàpiga estirar d’aquest manyoc compacte de fils entortolligats aquell que vagi desfent el cabdell, situarà el nou catalanisme a l’avantguarda de les ideologies que Catalunya necessita per al segle XXI. Si no passés això, es produiria una certa residualització del catalanisme, una marginalització del fet ideològic. Es produiria un tancament d’espais, illots de catalanisme en una societat que pensa i mira cap un altre costat, un cert aïllament d’entusiasmes. Viuríem com s’accentua una dualització desigual.
El fenomen ja l’he descrit en anteriors apartats, però la qüestió seria que ens trobem amb una impregnació social àmplia de determinades preocupacions i una impregnació dirigent restringida d’unes altres. Un àmbit restringit per la classe dirigent de la preocupació per la formulació d’una doctrina catalanista; un àmbit més pragmàtic, més tangible per a la majoria de la població.
De fet, és probable que la impregnació necessària en el conjunt de la societat de la doctrina catalanista, perdi espai més de pressa de com està perdent espai la llengua, que també n’està perdent. Dues cares d’un mateix problema, dos fets preocupants.
El problema és la doctrina? O és la impregnació social escassa d’aquesta doctrina? Fabriquem debats en fals? Fora del món i del teixit social? Vet aquí la qüestió, en part almenys des del meu punt de vista. Qui vol què? Què volem? Què volen alguns? Què volem com a poble? I tenim, ara per ara, una consciència compacta, homogènia, global, consistent de poble? O hi ha una fragmentació de les consciències com a poble? O som ara una nova consciència a mig fer, pendent de refer? Si encertem els diagnòstics i no encertem amb les propostes, quin és l’entrebanc actual?
Reitero la idea suggerida per la trajectòria de les reflexions més recents de Ferran Mascarell i d’altres: Fem bé el repàs de la nostra mala consciència, però no encertem a apuntar les línies de futur de la nostra ambició. Mascarell no para a l’Avui i a La Vanguardia d’aportar puntualitzacions a la situació que vivim, a la cruïlla que ens trobem, a les trampes que ens tenallen, als dèficits que patim. Sabem què ens passa. Però el salt a: què fem? Aquest és el problema. La gràcia precisament és, qui sortirà amb empenta? quins grups socials? quina gent? quina línia ideològica trobarà o sabrà trobar una llera àmplia perquè desbordin energies les ambicions del nostre país, del nostre poble que avui encara no acaba de trobar el seu camí?
Algunes veus molt entenimentades, potser massa i tot, han començat a fer formulacions del tipus següent: Mentre la classe política està encallada en els debats essencialistes i identitaris, la identitat del nostre model de futur es juga precisament en decisions encertades i concretes, per exemple en l’aprofitament de la T1 de l’aeroport del Prat i en el model de gestió aeroportuària. Pot sonar una sortida molt prosaica si no fos que la reflexió prové d’un poeta, però és una expressió més del que he estat dient. Només si sortim del cercle enverinat i diabòlic arribarem a formular una nova doctrina catalanista, la nova idea força la idea que tibi la nació, engresqui al poble, impliqui totes les energies.
Potser tot el que he estat dient és un reduccionisme absurd, però serveix per alertar de la condició extrema de cruïlla del moment que vivim. Una cruïlla amb camins per triar i de fet el tema clau seria superar la contradicció entre el productivisme econòmic, la T1 i el pessimisme polític, la incapacitat de la classe política de fer servir la T1 per redreçar la nació. Anunciar que és un fals dilema, que no hi ha correlació ni simetria inversa i que els camins per sortir-ne són probablement uns altres. Potser és cert que la realitat actual porta a una pèrdua d’empenta, de risc, d’emprenedoria, i a un excés de conformisme, d’inèrcia i acomodació. Fins i tot, en l’antípoda d’alguna de les formulacions anteriors, hi ha qui des d’una altra matriu ideològica, arriba a negar sentit a l’autonomia i proposa evitar el risc d’atribuir més competències a la Generalitat.
Hi ha un autor que, recentment, comentant aquesta qüestió aeroportuària ve a dir: Déu nos ens guard de donar la gestió de l’aeroport del Prat a la Generalitat, si no fan res bé com voleu que facin bé això, i és una persona que prové familiarment de la matriu ideològica més conservadora del catalanisme de la Lliga, evolucionant cap al doctrinarisme postcomunista i jacobí. Però busca uns camins que probablement no són els més adequats.
Jo, en canvi, els proposo una mirada optimista cap a les noves oportunitats en el context actual, sobre una base ambivalent, dual, però certa, d’un país i un territori esplèndid. D’un patrimoni, d’una cultura, d’una llengua, d’una literatura, d’una ciència de primeríssim nivell, d’una geografia universitària i d’un contingut de coneixement com mai no havíem tingut. Per què dic que hi ha un cert dualisme? Perquè tampoc vull ser d’un optimisme radical.
Vivim la permanent paranoia i la paradoxa d’un paisatge esplèndid, d’un territori magnífic, d’uns prats ordenats, d’una geografia i d’una geometria agràries precioses i, alhora, en un context de deixadesa que esparvera.
Som suïssos i som anàrquics. Podem veure Suïssa en el nostre paisatge i, alhora, en els trens, en totes les vores de les vies podríem ser capaços de veure paisatges indesitjables, d’immundícia acumulada per deixadesa i per incúria. Si la Generalitat no fes el manteniment de les cunetes de les carreteres, la quantitat de llaunes de begudes diverses, ampolles de plàstic, mocadors de paper i altres productes que no citaré, seria autènticament esgarrifosa. El problema no és netejar, és la dimensió cultural de no netejar. El Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona, amb arquitectura i ciència de primer nivell, país competitiu com pocs en el món en moltes matèries i, alhora, algunes coses de les quals ens hauríem d’avergonyir; però tenim un país i un territori esplèndids, limitats de recursos però amb un paisatge preciós. Tenim una cultura, tenim una llengua, tenim un patrimoni, tenim una cultura plural, tenim una educació, tenim una universitat, tenim una recerca, tenim una innovació i una capacitat de risc. Tenim no totes les que voldria, però tenim moltes més infraestructures que mai, i en farem i en fem més. Tenim capacitat de gestió i de govern, hauríem de tenir proposta, programa i model i, potser així, reprenent la pauta del discurs ambiciós dels noucentistes, però inventant un nou noucentisme del segle XXI, començar a posar un marc, un discurs, i un lideratge i una guia, els objectius a curt, mig i llarg termini per la Catalunya del futur.
Tornant al principi em situo a 1843 i vaig a Balmes, tan recordat a Vic i a Barcelona en el carrer, i tan oblidat en els textos per entendre millor venint com ve d’un personatge d’un conservadorisme perfectament explicable, però alhora d’una capacitat analítica molt profunda. Deia, i no sona de 1843 excepte en la terminologia del llenguatge:
“Ya es tiempo que Cataluña piense con seriedad y detención en la suerte que le está reservada; ya es tiempo que, conociendo a fondo su verdadera situación material, intelectual, moral y política, excogite los medios a propósito para procurarse el bienestar que en la lontananza le sonríe, y precaverse de los males que en el porvenir la amenazan. La suerte próspera o adversa de los individuos, de las provincias y de las naciones está en las manos mismas de quien ha de disfrutarla o sufrirla; cuando nos quejamos del infortunio, o nos felicitamos por nuestra dicha, no hacemos por lo común otra cosa que inculpar o lavar nuestra conducta. Los pueblos del propio modo que los individuos son hijos de sus obras”.
Aquí, avui, a Vic, no sé trobar millor formulació per concloure. Citant Balmes hauríem de dir: Deixem de queixar-nos i posem-nos a treballar i a construir el nostre futur.
BIBLIOGRAFIA
– BALMES, Jaime: De Cataluña. Obra Completa, vol. XIII. Barcelona, Biblioteca Balmes, 1925.
– BATLLORI, Miquel: Balmes i Casanovas. Estudis biogràfics i doctrinals. Barcelona, Ed. Balmes, 1949.
– CASANOVAS, Ignacio: Balmes, su vida, sus obras y su tiempo. 2 vols. Barcelona. Ed. Balmes, 1942.
– FRADERA, Josep M.: Jaume Balmes. Els fonaments racionals d’una política catòlica. Vic, Eumo editorial, 1996.
“VOLEM ANAR A UNA CONFRONTACIÓ ELECTORAL EN LA QUAL LA GENT PUBLI TRIAR ENTRE PSC I CiU, NO ENTRE CiU I EL TRIPARTIT”
Intervenció en el sopar amb la Junta del Col·legi de Politòlegs de Catalunya. Barcelona, 30 de juny de 2010
(Intervenció transcrita i publicada a la revista Àmbits de política i societat, núm. 44. Monogràfic Eleccions decisives. Tardor 2010)
Els tres eixos de la campanya
M’agradaria fer-vos tres reflexions sobre com els socialistes enfoquem la que ha de ser una campanya electoral molt i molt complicada. Molt i molt complicada per Catalunya, molt i molt complicada per als altres partits, però molt especialment complicada per al PSC que aborda les eleccions després d’algunes situacions conflictives que ja coneixeu sobradament.
D’una banda, nosaltres el que fem, i hem de fer en primer lloc, és un balanç de set anys de govern de coalició. Assumim que així ho hem volgut, que la coalició és una cultura que s’aprèn, on uns i altres hem de cedir i on és imprescindible arribar a acords. És evident que és molt més difícil governar en coalició que governar, com jo ho vaig fer durant cinc legislatures seguides a Girona, amb majoria absoluta, o com ho va fer Jordi Pujol durant un grapat de legislatures amb majoria sobrada i sense necessitar a ningú més enllà de la seva pròpia gent.
De l’altra, aquests dies s’està suscitant una discussió sobre si en el Partit dels Socialistes de Catalunya ha de prevaldre la matriu vertical dreta-esquerra, la tradició obrerista-socialdemòcrata, present tant en l’ànima socialista PSC com en l’ànima socialista federal espanyola; o si, pel contrari, també ha de tenir un pes i decantar la balança una versió més transversal en la qual sense renunciar, lògicament, a l’ideari dreta-esquerra, predominaria la identitat catalana i el catalanisme social i polític que el PSC ha defensat des de la seva fundació. Per alguns socialistes seria molt més clar dir que als ciutadans de Catalunya no els demanem el seu vot en tant que partit catalanista d’esquerres, sinó en tant que partit d’esquerres que també és, circumstancialment, catalanista.
Aquest és un debat que aflora pel tercer tema que us vull comentar: la reacció que ha tingut el PSC i el mateix president de la Generalitat de Catalunya com a primer secretari del Partit, però sobretot en la seva condició de president, davant de la sentència del Tribunal Constitucional sobre l’Estatut. I és que aquells que voldrien que dominés la matriu dreta-esquerra consideren que “s’ha passat de frenada” en la defensa de la integritat de l’autogovern i de la necessitat que el poble de Catalunya sigui respectat en les seves decisions; decisions que, per cert, alguns discutirien pel baix grau de participació en el referèndum i per tot el procediment de l’Estatut, volent deslegitimar un procés que, per un altre costat, nosaltres hem defensat a mesura que ha anat evolucionant.
Candidatura purament socialista
Pel que fa a la primera qüestió, voldríem poder concórrer a les eleccions sense renunciar al bagatge de set anys de govern de coalició, però despresos de la hipoteca dels socis dins d’aquesta coalició. Això és molt fàcil de dir i és molt difícil de fer, però nosaltres volem anar cap a una confrontació electoral en la qual la gent pugui triar purament i cruament entre PSC i Convergència i no entre Convergència i el Tripartit. Des del PSC voldríem presentar-nos als comicis nets de contaminació, havent-nos tret el pes dels dos socis a l’Executiu. Amb tot, els som fidels i fem fermança del pacte de Govern, que portarem fins a les últimes conseqüències i fins al darrer dia. Som lleials a l’acord de coalició, no neguem res.
Aquest és un dels problemes en el balanç de set anys de govern de coalició d’esquerres al qual hi afegiria una sensació d’un punt de recança que, si ho dic, pot semblar que confesso ja d’entrada que anem a les eleccions amb un peu forçat i no precisament optimista, però no és això. Efectivament, he de dir que ens produiria certa recança pensar que, després de set anys arreglant el país amb totes les contradiccions que es vulguin, ara uns altres, d’acord amb l’alternança natural que nosaltres respectem, es poguessin aprofitar de tota la feina que hem fet. Fixeu-vos, i ho subratllo, que ho dic en condicional.
Així doncs, per una banda, nosaltres fem un balanç positiu de set anys de govern i una valoració ambivalent de la coalició perquè de les pròpies contradiccions internes han sorgit moltes vegades posicions contraposades molt allunyades, estirabots estranys, temes que han petat per un costat o per l’altre… I, per l’altra, insisteixo, voldríem comparèixer completament per separat de manera que la gent ens identifiqués com el que som.
Polítiques d’esquerres per fer front a la crisi
Segon. La matriu dreta-esquerra, com deia, pròpia de la tradició obrerista fundacional del partit socialista, en relació amb la crisi econòmica posa de manifest la necessitat de llençar un missatge que deixi clar que no poden pagar només les conseqüències de la crisi els més febles.
Si la crisi va ser primer financera mundial, després immobiliària espanyola i, finalment, financera-immobiliària espanyola i catalana a tots els efectes; si els atacs dels mercats ho són en funció del deute sobirà, no només del dèficit públic espanyol sinó del deute de la banca i de tots els emprèstits internacionals formulats en el mercat interbancari de manera que ara posa molta pressió sobre el sistema bancari espanyol; si les administracions han acudit a socórrer la banca, han intentat estrènyer-se el cinturó i han retallat salaris; si les mateixes empreses han fet ajustos de plantilla i acords de reducció salarial amb els seus treballadors… Què més se’ns pot demanar? I, de quina forma podríem dur a terme, amb un accent clarament d’esquerres, una política per fer front a la crisi social que fos profundament socialdemocràta en el sentit que mantingués l’estat del benestar al mateix temps que impliqués mesures valentes i imprescindibles per atacar d’arrel alguns aspectes de la crisi?
En relació amb això, un incís. Si hem estat predicant fins fa un any que calia molta inversió pública per crear ocupació de qualitat, ¿com és que ara, per atendre les polítiques de reducció del dèficit públic, ataquem frontalment la política d’inversions? Des del meu punt de vista, tots ens hem d’ajustar per contenir el dèficit públic i complir, així, amb allò que Europa ens demana que és passar del 13% al 3%, però, a la vegada, crec que no ens hauríem d’excedir.
Tot i que l’ocupació que genera l’obra pública no sempre és de molt valor afegit, és cert que dóna com a resposta molts llocs de treball. No estableixo cap mecanicisme en això, és a dir, tinc clar que les circumstàncies són les que són i, per tant, seria molt difícil dir “si invertíssim més diners, aconseguiríem retallar molt més la factura de les prestacions socials de l’atur”.
Però si anem gastant el que tenim en factura social -les prestacions de l’atur més altres prestacions que tenim, com la llei de dependència- pot resultar que, al final, en el joc d’equilibris entre la riquesa que es genera, l’excedent no deficitari que som capaços de produir i la possibilitat de dedicar això a polítiques de benestar, succeeixi que ens hem quedat sense possibilitat de crear riquesa i que, per tant, no tinguem manera de reduir la factura de les prestacions a base de crear riquesa. Us posaré un exemple fàcil d’entendre. Suposem que la factura de les prestacions per atur a Catalunya amb 600.000 aturats costen 6.000 milions d’euros anuals. 6.000 milions d’euros l’any equivalen, pagada sencera, a una Línia 9 del metro cada any. Cal valorar, doncs, quanta ocupació és capaç de crear la Línia 9 del Metro que, per cert, trigarem anys a pagar-la, i quant podríem rebaixar la factura de les prestacions si en lloc de retardar-la, com estem fent ara, la posem a tot gas.
Es tracta, doncs, d’acabar de trobar el punt d’equilibri entre la generació de riquesa i l’ocupació. Tot i que potser no tenim més remei que retallar tot el que retallem, jo penso que si retallem més del compte repuntarà l’atur i anirem cap a un període llarg de recessió on l’economia experimentarà un creixement per sota de zero similar a la crisi viscuda pel Japó durant tants i tants anys. En fi, aquí queda servit el debat sobre com enfocar una resposta clara a la crisi procurant per la gent que més ho necessita, la gent que se sent més feble, la gent que veu atacada la base estricta del seu sosteniment, que és el salari, o el dret a les prestacions d’atur d’un, de dos o de tres membres de la seva família. Hem d’intentar no fer un discurs tecnòcrata a favor del “créixer per créixer” perquè així potser sí que crearem riquesa i farem més rics als rics alhora que crearem ocupació per als més pobres però també donarem peu a una demagògia que jo crec que no hauríem d’estar disposats a fer.
Federalisme sí, independència no
Quant al darrer assumpte, l’entitat de l’autogovern i el sentit del catalanisme social i polític, en quin punt es troba el PSC en aquests moments?
Algun dirigent d’Esquerra Republicana, no de primer nivell però que ha estat delegat del Govern i president de Diputació, s’ha atrevit a dir “mai ningú no havia dit ni fet coses tan valentes en defensa de la identitat de Catalunya com el president Montilla”. I és veritat que el discurs polític del president de la Generalitat el dia que el Tribunal Constitucional va emetre la sentència sobre l’Estatut va ser molt valent. Ara, tota la valentia del resident i, no només aquesta, sinó també la dels membres socialistes del seu Govern i la de tot el PSC, és dipositada en una cosa en la qual nosaltres creiem i altres no hi creuen.
Un Tribunal deslegitimat, disminuït en les seves funcions, amb menys membres dels que toquen, amb algun membre mort i algun altre recusat, amb quatre que tenen el seu mandat vençut, ha dictat sentència sobre el cor més profund del pacte constitucional. Bé, es poden esquinçar els vestits aquells que en el moment del pacte constitucional no van votar la Constitució i en el moment del pacte estatutari no van votar l’Estatut? És a dir, l’independentisme, per una banda, i la vella Aliança Popular, convertida posteriorment en Partit Popular que ara diu “passem pàgina”, “que tothom acati la sentència”, “recuperem la tradició del pacte de la Transició”, per l’altra.
La Transició va ser possible i es va fer de la manera que es va fer perquè se’ns respectava i se’ns temia. Avui, a Catalunya, el problema que tenim és que, ni se’ns tem ni se’ns respecta. Per molts motius. Ha calat un desprestigi que en una altra època no havia existit. Se’ns veia com més moderns, més avançats, com la punta de llança en la lluita per la democràcia; fins al punt que, en un acte de coratge polític, Adolfo Suárez, aquell que va ser capaç de suïcidar-se políticament per renéixer en si mateix, havent abandonat la camisa blava i apareixent com a abanderat de la democràcia, va restablir l’autonomia de Catalunya en un acte preconstitucional. No perquè sigui preconstitucional en la connotació que ara nosaltres li atribuïm, sinó simplement perquè va restablir l’autonomia de Catalunya amb anterioritat a la Constitució.
L’únic acte de restauració legitimadora de la legalitat Republicana, el va dur a terme un ex membre de la Falange que, en el moment d’autodissoldre les Corts falangistes, va assumir el paper de líder de la Transició i va dir: “l’única manera d’arreglar això és cridar a Tarradellas perquè vingui aquí a fer un pacte i restaurar un organisme que el franquisme havia dissolt que és la Generalitat Republicana”, audàcia que després es va liquidar molt ràpidament i ens en vam oblidar per sempre més. La forma que es va fer la Constitució del 78 i la manera com aquesta es va desplegant durant 30 anys té un marge, el títol vuitè es va definint per part del Tribunal Constitucional però, al final, com que el tema no estava ben resolt, les costures han acabat petant pel costat de l’Estatut de Catalunya.
La sentència ha produït una marea de satisfacció brutal a totes les altres comunitats autònomes amb estatuts menys autonomistes que el nostre perquè ja s’estan apuntant a dir “ep, com a mínim tot el que diu la sentència sobre l’Estatut de Catalunya el nostre estatut també ho vol”. Totes les patacades per a nosaltres. Obrim el camí, donem oportunitats a tothom mentre un Tribunal deslegitimat ens escatima algunes coses de les més essencials, que toquen l’ànima, les vibracions i les emocions del poble de Catalunya.
Ara bé, com que nosaltres no som independentistes, la nostra reacció és molt virulenta, però des d’un intent de defensar la integritat de l’Estatut i la recuperació del pacte constitucional i estatutari. Altres diran, “no perdeu més el temps, s’ha acabat, fotem el camp!”. La Carme Chacón ens deia que no penséssim que l’Espanya democràtica està contra Catalunya, sinó que és el PP i l’Espanya fatxa els que estan contra Catalunya. Altres li haurien dit que mentre això quedés prou clar i no semblés que en l’àmbit del PSOE hi ha un punt d’ambigüitat estarien disposats a creure-ho, però això és molt difícil de gestionar en aquests moments i a nosaltres ens situa en una posició molt complexa.
I acabo amb dues reflexions més. Quan em presentava de candidat a la presidència de la Generalitat, Felipe González, em va dir que els socialistes catalans havíem de superar la “paradoxa catalana”. Amb això em va voler dir que el PSC només guanyaria la Generalitat el dia que aconseguís el mateix nombre de vots que el cap de llista socialista a Catalunya en unes eleccions generals. Aquesta “paradoxa catalana” encara avui segueix viva i, segurament, està accentuada.
El que crec que seria horrible és que acabéssim tenint un país partit, com el Quebec o Flandes, permanentment sotmès a la lluita del 51%-49% i sense aconseguir mai la independència. Està demostrat que el nostre dificilíssim encaix a Espanya fa créixer l’independentisme i, amb l’actual composició de la societat catalana, és inevitable que anem, com a molt, a un escenari del 50%-50% on la confrontació seria horrible. Aleshores, no superada la paradoxa i polaritzada la societat, uns hauran de triar. Es produiria la basquització de la política a Catalunya: un “frente constitucional” contra un “frente abertzale”.
Però la independència seria pràcticament impossible. Em preguntareu per què si Malta, Txecoslovàquia, Letònia, Lituània, Bòsia, Sèrbia, Kosovo, Estònia, Romania o Bulgària han acabat sent estats independents, no ho pot ser Catalunya? Doncs perquè tots aquests països provenen de l’antic espai comunista. No n’hi ha cap de l’Europa occidental.
L’última cosa que hauríem de plantejar-nos és si l’Àrea Metropolitana podria assimilar-se a la Valònia i la resta de Catalunya a Flandes. És a dir, si podrien existir dues Catalunyes: una perifèrica, molt més catalana que l’altra, i una metropolitana, molt menys catalana que l’altra per no dir molt més espanyola que l’altra. Tot plegat, amb una particularitat, equivalent al cas belga: la capital, Brussel·les, la que ningú no vol deixar anar perquè és la provincialització de la resta. En aquest cas seria Barcelona, on els resultats serien, com a màxim, d’un 50%-50%. Per tant, nosaltres que no volem una deriva d’aquestes característiques, defensarem l’autogovern de Catalunya fins el punt que els nostres companys socialistes espanyols probablement no ens acabaran d’entendre del tot. Apostarem per un model inclusiu que no creu en la independència i que propugna la federalització d’Espanya encara que costi molt més temps del que està costant.